Publicado en El Español Elena de la Cruz se notaba cansada, pero el jueves no dudó en acudir al pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, donde le tocaba comparecer para detallar datos sobre la cobertura móvil y de internet de la región. Mientras la consejera de Fomento de la Junta leía su discurso, comenzó a tener problemas. Le fallaban las fuerzas y el habla. “Había comenzado muy fuerte, diciendo que [el presidente de Castilla-La Mancha] Emiliano García-Page había cumplido con el objetivo de déficit, pero se fue apagando. Tendía a leer las intervenciones y comenzó a enredarse en las palabras, a saltar de línea. Iba despacio y miraba a su grupo, buscando comprensión, como diciéndoles: “Estoy regular”, recuerda Francisco Núñez, el diputado regional del PP que debía darle la réplica y que se reconoce como un “portavoz duro”. “Intentó seguir desde el escaño. Dijo que se encontraba mejor y que sufría de las cervicales. Pero se perdía y decidimos suspender el pleno porque estaba claro que no se encontraba bien. Pensamos que a lo mejor era una gripe. Luego, en los pasillos, la vi muy pálida, arrastrando los pies apoyada en su jefa de gabinete. Me preocupó”, explica Núñez.