Publicado en El Mundo Un perchero con ropa de calle, un ordenador de sobremesa y paredes desnudas. Es la escenografía impersonal que arrastra el recién mudado: un médico que depende más del cargador del móvil que del estetoscopio. En este despacho es donde César Velasco (Madrid, 1986) proyecta la sanidad del futuro. Este nómada que ha trabajado en África, América y Europa ocupa un cargo de esos que necesitan de una tarjeta de visita desplegable escrita con cursiva inglesa: Director médico de gestión integral de la información e innovación asistencial. Once palabras que exigen una definición menos profiláctica: «Soy un joven español que, como tantos otros, se ha formado mucho. Represento a los millennials, me considero un idealista y creo que se puede mejorar el sistema».