Publicado en El Español Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son uno de los grupos de medicamentos más utilizados, a pesar de que regularmente se publican estudios que cuestionan su eficacia para muchas de las dolencias por las que se consumen, como el dolor de espalda. Precisamente por su amplia utilización, los científicos están muy atentos a sus efectos secundarios y son muchos los ensayos clínicos y metanálisis que se llevan a cabo en este sentido. El último, publicado en la última edición de la revista The BMJ ofrece unos resultados ciertamente inquietantes, sobre un asunto del que se lleva hablando años: el riesgo para la salud cardiovascular de este tipo de medicamentos y, en concreto, su asociación con el infarto de miocardio (IAM).