Publicado en El Confidencial Podemos huir o enfrentarnos a él, pero hasta que el elixir de la vida eterna se transforme de mito en realidad (si es que tal descubrimiento es posible) siempre habrá un momento, más lejano o más próximo en el tiempo, en el que ya no estaremos aquí. Si reflexionamos sobre la muerte, la principal angustia para la gran mayoría no se halla en el instante en sí, sino en qué ocurre justo antes de afrontarlo. ¿Cómo será ese último hálito? ¿Tremendamente amargo o un espacio de consuelo que permitirá vislumbrar, aunque sea solo por un segundo, qué sentido tiene la existencia?. En un reciente artículo hemos hablado de Bruce J. Miller, un médico especialista en cuidados intensivos que a través de su experiencia personal y profesional desea ofrecer un punto de vista diferente sobre qué supone el final en la experiencia humana. El testimonio de este médico esconde siempre un mensaje optimista, sin grandes frases, ni grandes fórmulas, pero complejo en su significado. Miller ha aparecido recientemente, en uno de los programas de más audiencia de la televisión americana, el ‘talk show’ de la célebre Oprah Winfrey. Sus declaraciones intentan, de nuevo, arrojar un poco más de luz para repensar el gran misterio.