Publicado en Con salud Aunque, por lo general, los profesionales sanitarios han de jubilarse a los 65 o los 67 años, en numerosas comunidades autónomas se está implantando la figura del médico “emérito”, limitada a personal que tiene una trayectoria clínica e investigadora de reconocido prestigio, al que se le permite de forma excepcional seguir manteniendo una actividad docente, asesora o de investigación (pero no puede actuar en la práctica clínica), al menos hasta los 72 años de edad. Esta figura, cuya creación negocia actualmente el Gobierno de Extremadura y que cuenta con el beneplácito de los médicos, está sin embargo restringida a los profesionales de la Enfermería. Y es que, según recoge la Ley de 2003 del Estatuto Marco del personal de los servicios de salud, en su disposición adicional cuarta, las autonomías podrán nombrar, excepcionalmente, a personal emérito, “entre licenciados sanitarios jubilados cuando los méritos relevantes de su currículo profesional así lo aconsejen”.