Publicado en 20 minutos El consumo moderado de cerveza puede formar parte de una alimentación equilibrada debido a las propiedades que le confieren su baja graduación alcohólica y las materias primas con las que está elaborada, según ponen de manifiesto varias investigaciones. Este ha sido el eje central del encuentro ‘La cerveza y buena salud’, organizado por la Clínica Montpellier de Zaragoza y el Centro de Información Cerveza y Salud. Durante la jornada, el profesor de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Román Martínez, ha señalado que la aportación calórica de la cerveza es muy baja: 45 kcal./100 ml. en el caso de cerveza tradicional y 17kcal./100 ml. en el caso de la cerveza sin alcohol. De hecho, un estudio concluye que su consumo moderado no afecta al peso ni a la composición corporal, desmontando así el mito de la “barriga cervecera”. El profesor Martínez ha explicado que, en general, el consumo moderado de bebidas fermentadas puede formar parte de una alimentación saludable dentro de la dieta mediterránea actual, pero hay que tener en cuenta que los efectos beneficiosos de estas bebidas se observan solo cuando el consumo es moderado y responsable, por parte de adultos sanos, en el marco de una alimentación equilibrada.