Publicado en El Diario Vasco Ni la ignorancia de la ilegalidad de sus actos ni su supuesto derecho a saber si el espiado era quien había contagiado a su esposa una enfermedad de transmisión sexual son argumentos suficientes para absolver a un médico cántabro acusado de un delito de revelación de secretos por fisgar en la historia clínica de quien fue amante de su mujer. La Audiencia Provincial rechaza ambos alegatos y condena al doctor, médico de familia en la zona de salud de Campoo-Los Valles, en Cantabriaq, a la pena de un año y tres meses de prisión, 4.050 euros de multa y tres años de inhabilitación absoluta, durante los cuales no podrá ejercer en la sanidad pública. Además, José Luis G. F. tendrá que indemnizar al perjudicado con 2.000 euros por los daños morales. La sentencia no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.