Publicado en El Expansión El deporte es como el amor: “Lo crucial es que la relación no acabe nunca”, alega el mejor base del baloncesto español y experto en medicina deportiva. Juan Antonio Corbalán. ¿A qué le recuerda ese nombre? Ala de una, a la de dos y la de… ¡Baloncesto! Hay un alto porcentaje de probabilidades de que sea la primera idea que se le viene a la cabeza. Porque Corbalán marcó una época como icono de las canchas. Fue jugador del Real Madrid de baloncesto entre 1971 y 1988, conquistó, entre otros trofeos, 3 Copas de Europa, 7 Copas de España y 12 Ligas y, ya con la Selección, fue plata en los JJOO de Los Ángeles 1984 y en el Eurobasket de Francia de 1983. Pero es parte del pasado. Aunque sea algo muy presente en la memoria de Corbalán -“es como si ayer hubiera acabado el bachillerato o si estuviera aún jugando una última final”- ese historial es su pretérito en las hojas del calendario.El presente lo escribe en Vithas Internacional, donde recibe a EXPANSIÓN como director de la Unidad de Medicina y Ciencias de la Actividad Física.