¿Cómo fomentar un uso responsable de las redes sociales en salud?

Los dramáticos atentados de Barcelona de la semana pasada impulsaron un encendido debate sobre el papel de las redes sociales en catástrofes de este tipo. Por un lado, algunas voces defendieron la importancia de los social media como difusores inmediatos de información y como canales de comunicación para ponerse en contacto con familias y amigos, evitando el colapso de las líneas telefónicas. Sin embargo, otras voces clamaron sobre la posible irresponsabilidad de aquellos que difundían imágenes de las víctimas o transmitían información de movimientos policiales.

En un ámbito tan delicado como el sanitario, las redes sociales también son motivo de gran polémica pues pueden ejercer como propagadoras de falsas alertas sanitarias. Todos conocemos casos de informaciones que incendian la red sobre posibles efectos secundarios muy peligrosos de medicinas o sobre la propagación de enfermedades infecciosas que resultan ser completamente falsas y que llegan a desatar auténtico pánico en determinados sectores de la población. Estas informaciones son aún más delicadas cuando implican a niños o medicamentos infantiles.

En un ámbito tan delicado como el sanitario, las redes sociales también son motivo de gran polémica pues pueden ejercer como propagadoras de falsas alertas sanitarias

Ante las falsas alertas sanitarias y la difusión de bulos en redes sociales no basta con pedir responsabilidad a particulares. Con frecuencia, las personas individuales que dan pábulo a estos rumores y los transmiten no tienen ningún conocimiento médico o buscan una hueca notoriedad.

Hace falta que administraciones sanitarias, profesionales de la comunicación en salud e instituciones privadas proporcionen formación a la población general sobre el uso responsable de las redes sociales. Estos ciudadanos deben entender que, en una alerta sanitaria o de otro tipo deben buscar información en fuentes reconocidas y no en particulares sin ningún conocimiento. También es necesario que influencers del sector sanitario y las instituciones más relevantes en redes sociales adopten un papel más activo en la lucha contra esta clase de bulos e informaciones dañinas.

La solución no pasa por restringir el uso sino por reconocer las fuentes fiables

Creo que la solución no pasa por restringir el uso de los social media o castigar de forma más severa a los infractores sino por proporcionar a los ciudadanos los conocimientos y herramientas para reconocer fuentes de información fiables y saber realizar un uso responsable de las redes sociales.
..Ricardo A. Mariscal. COM Salud

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