Publicado en Redacción Médica En los últimos años se han puesto en prácticas experiencias de dispensación domiciliaria de fármacos hospitalarios. Han sido por lo general positivas, si bien queda tiempo para generalizar su uso y hay algunos interrrogantes de momento no resueltos. Julio Martínez Cutillas, jefe del Servicio de Farmacia del Vall d’Hebron, ha descrito la experiencia de su hospital con dos fármacos inyectables -hormona de crecimiento y EPO para pacientes en prediálisis- que ha sido plenamente satisfactoria. “Problemas de errores no hemos tenido, que es lo que más me preocupaba”, explica, “ya que hemos puesto códigos de barras para evitar que el paciente no recibiera su medicación”. El ahorro de las colas es otro aliciente, así como la oportunidad de evitar que el paciente acumule medicamentos en su casa al dispensar una vez al mes.