Nuevo Gobierno. Nuevo Ministro. Mismos problemas

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Después de tantos meses de espera parece que al fin tendremos un nuevo gobierno y, entre sus componentes, alguien al frente del Ministerio de Sanidad. Un Ministerio que, aunque carente de muchas competencias, si es cierto que las que tiene son de gran trascendencia para ciudadanos y profesionales. Prácticamente todas las competencias en gestión están transferidas a las Comunidades Autónomas, pero el Ministerio sigue siendo el que debe garantizar la cohesión, la equidad, la financiación suficiente y la coordinación del Sistema.

Son muchas las tareas pendientes que tiene el nuevo responsable de este Ministerio. No quiero hacer ahora una lista de tareas, no es ese el objetivo de este artículo. Pero si quiero hacer mención a dos de ellos; a mi juicio los más importantes en estos momentos. Profesionales y financiación son la base de un Sistema que ya no se sostiene si no se hace alguna intervención urgente y bien dirigida.

Comencemos hablando de financiación. El Sistema Nacional de Salud necesita una financiación suficiente para dar satisfacción a todas sus necesidades. El porcentaje de PIB dedicado a Sanidad está por debajo del de los países de nuestro entorno. A pesar de ello, nuestro Sistema en muy eficiente y obtiene unos resultados que son objeto de aplauso e incluso espejo en el que se miran algunos. Claro que los que lo conocemos sabemos que no es oro todo lo que reluce. El gasto en Sanidad por habitante es muy diferente entre las distintas Comunidades. Diferencias que son del todo injustificadas y que pueden generar importantes desigualdades en la prestación de servicios. Creo que es razonable que desde el Ministerio y por añadidura desde el Gobierno, se garantice que la inversión, sí inversión y no gasto, en Sanidad sea al menos en un mínimo igualitaria en todo el Sistema, con independencia de lo que cada Comunidad Autónoma quiera incrementarlo de sus propios fondos.

¿Qué quiere decir esto? Pues que debemos tener unos presupuestos finalistas, que garanticen que todos los españoles tengan al menos cubiertos en igualdad los servicios sanitarios básicos. No es justificable que se den diferencias de hasta un 50% en el gasto por habitante y año según la Comunidad de residencia. Si una vez cubiertas las necesidades, una Comunidad decide incrementar servicios o prestarlos con más recursos, pues estupendo. Pero el mínimo debe estar totalmente garantizado.

Camas por habitante, listas de espera, servicios de referencia, acceso a la prestación farmacéutica, tecnología, etc. deben ser comunes para todos. Por tanto, una cartera de servicios común, unos recursos mínimos equitativos, el acceso a la innovación, la garantía de derechos, etc. deben ser objeto de igualdad para todos los españoles. Y esto lo debe garantizar un presupuesto sanitario finalista. Una partida presupuestaria que garantice este mínimo destinado a la Sanidad Pública que respete la equidad y la cohesión del sistema.

El otro gran reto y obligación para este nuevo Ministerio y su responsable es el de reparar todo el mal que hemos sufrido los profesionales. No quiero entrar en las disputas entre estos, encabezadas por el tan polémico de la prescripción de enfermería, sino en lo que a todos nos afecta. Años de recortes, de pérdida salarial desmesurada, de maltrato, deben terminar. Recuperar el poder adquisitivo y, por encima de todo, terminar con la injusta temporalidad de los profesionales es no solo necesario, es de justicia. Está en su mano terminar con esta situación, modificar el Estatuto Marco, ese que tantos problemas nos ocasiona, que permite hacer contratos de eventual de años de duración, que permite el injusto tratamiento que se da al concepto de guardia médica que, bajo la denominación de jornada complementaria, explota como nadie imagina a los facultativos. Y algo muy debatido y de lo que se discute cada día, un cambio de modelo, una apuesta por el necesario replanteamiento en el modelo de acceso a las plazas en Sanidad. No hay que tener miedo. Es posible que los facultativos no deban ser considerados como unos funcionarios al uso. Creo que debemos afrontar un profundo cambio y hacerlo sin miedo y con decisión.

Son solo dos de los muchos problemas que se deben acometer de inmediato por el nuevo responsable del Ministerio de Sanidad. Pero son básicos, son los que todos esperamos. Sé que hay otros muchos, que cada profesional puede decir los que crea más importantes, y seguro que también los compartiría. Pero son los míos y quiero hacerlos públicos ahora que estamos a escasas horas de tener un responsable de hacerlos posibles. Soñar es gratis.
..Dr. Julián Ezquerra Gadea. Secretario General de AMYTS

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