El Juzgado de lo Penal número 8 de Valencia ha condenado por un delito de intrusismo profesional a un protésico dental por tratar pacientes como dentista en su clínica del barrio de Patraix de Valencia.
Tal y como informa en un comunicado el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV), el propietario de esta clínica, G. J. Q., fue descubierto y denunciado por la institución colegial tras recibir varios testimonios.
En la sentencia se consideran probados los hechos y se le condena a una multa de 2.880 euros y al pago de las costas procesales por la comisión de un delito de intrusismo profesional recogido en el artículo 403 del Código Penal.
Según recoge la sentencia, el acusado negó los hechos argumentado que solamente ejercía funciones de gerente y de financiación, pero tanto los testimonios de los pacientes, como la investigación realizada por el Colegio de Odontólogos contradijeron dicha versión, según el comunicado.
En 2013 fue presentada la querella por el Colegio de Odontólogos, pero las “actuaciones ilegales” sobre los pacientes se produjeron a partir de 2010. Desde entonces la clínica ha permanecido abierta con total normalidad.
Ante la gravedad de los casos de intrusismo profesional, en el que se pone en riesgo la salud de los pacientes, el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, Enrique Llobell, insiste en ese aspecto, en que “lo que está en juego es la salud de los pacientes”. También muestra su preocupación por el hecho de que, “a pesar de la gravedad de los hechos”, a día de hoy, la clínica permanece abierta y la Administración “no tome más medidas para salvaguardar la seguridad de los pacientes”.
El Colegio de Odontólogos recomienda a los pacientes corroborar que el profesional que les está prestando la atención bucodental es un dentista colegiado, tanto a través de la web del colegio profesional de la correspondiente provincia en el que desempeña su trabajo como en el buscador nacional GuíaDentistas. Y es que de no ser así, “además de ser delito implica un serio riesgo para la salud del paciente”, insiste Llobell que, destaca que la colaboración ciudadana y de las instituciones es “fundamental para luchar contra la lacra del intrusismo que afecta a las profesiones sanitarias y especialmente a los pacientes”.
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