Descubren cómo mejorar la inmunoterapia en cáncer de mama triple negativo

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..Cristina Cebrián.
Las terapias que reclutan el sistema inmune para atacar tumores están revolucionando los tratamientos contra el cáncer. Entre las inmunoterapias de mayor éxito se encuentra una clase conocida como ‘inhibidores del punto de control’ que descubre la capacidad de los tumores para ocultarse del sistema inmunitario. Sin embargo, no todos estos inhibidores resultan exitosos contra todos los tipos de cáncer. De hecho, un estudio realizado por el Centro Oncológico de la Universidad de Colorado (EEUU) desvela las medidas adoptadas por el cáncer de mama triple negativo, uno de los más letales, para iniciar el proceso que finalmente permite que el cáncer se vuelva invisible para el sistema inmunitario. En el momento de definir las raíces de la evasión del sistema inmune, los investigadores buscan desarrollar terapias que mejoren las ya existentes, haciendo que el sistema inmunitario sea un elemento aún más poderoso en la lucha contra el cáncer.

Los investigadores buscan desarrollar terapias que mejoren las ya existentes, haciendo que el sistema inmunitario sea un elemento aún más poderoso en la lucha contra el cáncer

Muchos tipos de células cancerígenas han “aprendido” a cubrirse con la proteína PD-L1, la cual utilizan como una especie de capa para ocultarse así del sistema inmunitario. Mientras que las inmunoterapias conocidas como inhibidores del punto de control bloquean la capacidad de PD-L1 para interactuar con la proteína PD-1, que se encuentra en las células T, lo que hace que el sistema inmunológico pueda reconocer estos tipos de cáncer. La pregunta que busca responder ahora este grupo de investigación es de qué manera las células cancerígenas inician la producción de la proteína PD-L1. Para comprender la respuesta, indican que es necesario conocer el reproductor genético conocido como Eya3.

Heide Ford: “Eya3 está involucrada en la respuesta inmune a los virus, pero nadie ha examinado si también juega un papel en la evasión de las células cancerígenas del sistema inmune, tampoco nadie sabía como funcionaba”

Heide Ford, directora asociada de Investigación básica del Centro Oncológico de la Universidad de Colorado, explica que “diferentes investigadores han demostrado que Eya3 está involucrada en la respuesta inmune a los virus, pero nadie ha examinado si también juega un papel en la evasión de las células cancerígenas del sistema inmune, tampoco nadie sabía como funcionaba”.

La familia de proteínas Eya, que incluye Eya3, ha sido un foco de investigación en curso en el laboratorio de Ford. Básicamente, se trata de proteínas esenciales para el desarrollo embrionario temprano, pero la mayoría son silenciosas en los tejidos adultos. Éste y otros centros de investigación han demostrado que, cuando el cáncer pueden reiniciar la acción de las proteínas Eya, éstas funcionan dentro de las células tumorales para impulsar el crecimiento y la proliferación.

Los investigadores lograron estudiar no solo lo que ocurre dentro de las células cancerígenas vivas sino también como éstas interactúan en un microambiente más realista

Hasta ahora, nadie había analizado los posibles efectos de las distintas regiones que tiene esta molécula compleja dentro y, especialmente fuera de las células tumorales. El equipo de investigación liderado por Ford utilizó un tipo especial de ratón, conocido como ratón inmunocompetente, en el cual los tumores mamarios de ratón, que imitan a los de los humanos, son trasplantados a ratones inmunocompetentes. De esta forma, los investigadores lograron estudiar no solo lo que ocurre dentro de las células cancerígenas vivas sino también como éstas interactúan en un microambiente más realista. En palabras de Ford, han demostrado que “la Eya3 es capaz de regular la respuesta inmune a un tumor”.

Dra. Ford: “Lo fundamental es que Eya3 puede ser la causa de que la proteína PD-L1 se active en el cáncer de mama triple negativo”

La investigadora también explica que la Eya3 no es la única proteína que puede regular la PD-L1, de hecho sospecha que habrá otras vías para regular la proteína. Sin embargo, “en nuestros tres modelos, Eya3 era la clave reguladora de la PD-L1, lo que confirma que Eya3 es potencialmente un controlador principal de PD-L1”, afirma Ford. Una vez que examinaron muestras humanas de cáncer de mama triple negativo, los científicos se encontraron con que el nivel de Eya3 estaba correlacionado con el nivel de Pd-L1. Por lo tanto, los tumores que presentaban niveles altos de Eya3 tenían a su vez niveles bajos de células T CD8+

Estudio tras estudio, se ha demostrado cómo el oncogen Myc afecta a cosas como el crecimiento celular y el metabolismo. Pero la idea de que Myc afecta al sistema inmune es relativamente nueva”, confirma la directora de la investigación y concluye que, aunque quedan detalles de la investigación por definir, “lo fundamental es que Eya3 puede ser la causa de que la proteína PD-L1 se active en el cáncer de mama triple negativo”.

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