Isabel Llompart: “Desde los laboratorios muchas veces echamos de menos trabajar con los gestores sobre asuntos económicos”

..Cristina Cebrián.
Los laboratorios clínicos han experimentado en las últimas décadas el efecto de la innovación tecnológica, el acceso a nuevas pruebas diagnósticas, un empoderamiento del paciente y la práctica de la medicina defensiva. Para coordinar todo esto es necesario un cambio en el modelo de trabajo y gestión de estos servicios hospitalarios, que incluya nuevas soluciones digitales. Isabel Llompart, coordinadora autonómica de la Red de Laboratorios de Baleares y jefa de servicio de Análisis Clínicos del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca, repasa en una entrevista para iSanidad los aspectos más destacados de esta transformación y cómo ha ayudado AliniIQ, la solución digital de la compañía Abbott, en el modelo de trabajo de los laboratorios. El Hospital Son Espases, como centro evaluador, ha experimentado con esta herramienta que puede incorporar otros datos clínicos, demográficos o administrativos más allá de los biomarcadores, en función del alcance y objetivos, que normalmente se basan en mejorar la eficiencia de la red asistencial y los resultados de salud en pacientes.

Estamos en un momento muy bonito de la especialidad porque se está avanzando mucho en sistemas de organización muy automatizados y, por otro lado también está creciendo la forma de trabajo manual en áreas de pruebas muy especiales

¿Cómo se están adaptando los laboratorios a la transformación digital?
Los laboratorios están haciendo un cambio en su modelo de trabajo y de gestión. Para ello nos ayuda la tecnología en temas de automatización, pero también la especialidad va creciendo en otros temas que se refieren a una tecnología mucho más manual, como la cromatografía. Estamos en un momento muy bonito de la especialidad porque se está avanzando mucho en sistemas de organización muy automatizados y, por otro lado también está creciendo la forma de trabajo manual en áreas de pruebas muy especiales, como por ejemplo los errores congénitos del metabolismo y las pruebas de hormonas y toxicología. La innovación tecnológica y los sistemas de información son de gran ayuda, al igual que las tecnologías que nos permiten la explotación de datos.

La relación entre los gestores y las distintas áreas hospitalarias resulta fundamental para el buen funcionamiento de los hospitales y un control de la financiación. ¿Qué papel juega el laboratorio en este sentido?
Existe una preocupación por parte de los gestores sobre el aumento de gasto en pruebas diagnosticas que no van en paralelo al aumento de la actividad médica. Entre todos nos estamos dando cuenta de que se están realizando muchas determinaciones que a lo mejor aportan poco valor y pocos resultados en salud. Esto exige por nuestra parte y la de los clínicos una corresponsabilidad para que gestionemos mejor todo el trabajo que se está haciendo desde el laboratorio y, en definitiva, se aporten resultados en salud. Si queremos tener un papel fundamental dentro del sistema sanitario asistencial, necesitamos llevar a cabo procesos de transformación digital. Para ello se necesita explotar muchos datos, datos que no sean solo estadística pura y dura.

“Tenemos que conseguir que el resto de laboratorios en España vayan incorporando AlinIQ para después poder realizar prácticas de ‘benchmarking’”

¿Cuál ha sido la experiencia en el Hospital Son Espases con la herramienta AlinIQ de Abbott?
Desde el Hospital Son Espases, como centro evaluador de nuevas tecnologías, hemos chequeado esta nueva tecnología que ofrece muchos datos para luego poder tomar decisiones. No solo son datos de actividad asistencial y económicos, sino también de gestión de recursos humanos y recursos materiales. Es un instrumento que sirve para la planificación estratégica del laboratorio y lo que tenemos que conseguir es que el resto de laboratorios en España se vayan incorporando para después poder realizar prácticas de ‘benchmarking’, de forma que mejoremos entre todos y el papel que tienen los laboratorios se vea reforzado como sistemas que están aportando mucho valor en salud.

¿Qué herramientas necesitan los laboratorios para realizar toda esa gestión de datos?
Primero es necesario tener las tecnologías para obtener los datos. La sanidad, especialmente la pública, se apoya en tres pilares fundamentales: asistencia, docencia e investigación. Lo que nosotros queremos hacer con esos datos es gestionar mejor la asistencia, los recursos humanos y la economía para que luego podamos reinvertirlo en docencia e investigación, que son los otros dos pilares. Esto es lo que nos permite avanzar e innovar. Para llevar a cabo esa gestión primero necesitamos obtener los datos y después contar con una tecnología que permita explotarlos muy fácilmente. Por lo general en la sanidad pública se tienen pocas herramientas para obtener estos datos, entonces hay que dedicarle tanto tiempo a esa búsqueda que al final te consumo un exceso de tiempo, además es muy dificultoso. Tecnologías como éstas permiten tener fácilmente muchos datos extraíbles y también se obtienen comparaciones gráficas, muy visuales. De cara a la gestión interna, permiten reorganizar mucho mejor el servicio hospitalario y así se da una mejor respuesta a todo lo que los clínicos necesitan.

Primero necesitamos obtener los datos y después contar con una tecnología que permita explotarlos muy fácilmente. Por lo general en la sanidad pública se tienen pocas herramientas para obtener estos datos

¿Existen centros de referencia que cuenten con esta tecnología?
En principio está es la primera tecnología que hay de este tipo. Es verdad que en los sistemas de información sí que tienen por ejemplo módulos de estadística para explotar temas de actividad. Pero modelos en los cuales se hable de rendimiento de equipamiento, cuáles son los tiempos muertos o cómo están estructurados los recursos humanos en las distintas secciones en función del equipamiento, eso no existe. Esto es algo mucho más amplio que los módulos estadísticos y se trata de un instrumento de planificación estratégica de la gestión.

La entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos que ha impuesto la Unión Europea, ¿ha supuesto algún cambio para la gestión de datos desde el laboratorio?
Con respecto a esta herramienta no nos afecta porque se trata de una herramienta de uso interno, de gestión y planificación estratégica de los propios laboratorios. Otra cosa diferente son los temas de Big Data, transformación digital y datos de pacientes que, definitivamente, ahí tenemos un papel predominante. En ese Reglamento de Protección de Datos habrá que conjugar muy bien cómo quedan protegidos esos datos y cómo, en un momento dado, si queremos avanzar y explotamos muchos datos entre distintos servicios de hospitales a nivel mundial, eso puede generar avances en diagnósticos y tratamientos. Los laboratorios tienen un papel predominante, por lo que es una oportunidad que tenemos ya que los datos los estamos gestionando nosotros y tenemos que llegar a trabajar con personas expertas en esa transformación digital. Esto también exigirá un cambio de mentalidad, mucha formación y cambio de cultura. Por otro lado, a nivel político también tendrán que hacer una apuesta por la transformación digital, porque esto que parece que es el futuro, es el presente.

“Muchas veces desde los laboratorios echamos de menos trabajar con los gestores sobre asuntos económicos”

¿Qué perfiles profesionales son necesarios para realizar la explotación de datos en el laboratorio?
En cuanto a los asuntos de secuenciación masiva, genómica y proteómica, ya se está contratando a bioinformáticos dentro de las propias plantillas de los servicios de laboratorio. Con lo cual, en ese cambio de modelo de gestión, los laboratorios deberán integrar a personas de distintas formaciones. De hecho, muchas veces echamos de menos trabajar con los gestores sobre asuntos económicos, porque tu pones la parte de profesión como tal pero la gestión económica la conoce mejor un economista y a veces se tiene poco apoyo. Los laboratorios también nos encargamos de toda la parte de los programas de salud pública, de prevención, y hay que invertir mucho más aquí, con políticas sanitarias, para reforzar este campo en el que ya estamos trabajando.

¿Los laboratorios tienen un papel importante como consultores?
Definitivamente ese es nuestro papel, y por eso el modelo de laboratorio tiene que cambiar hacia un refuerzo de nuestro papel como consultor en cuanto a la interpretación de datos, de resultados, formación de equipos de trabajo, en comisiones hospitalarias e interdisciplinarias con profesionales de distintas especialidades. Por tanto se trata de tener más recursos dedicados a ese rol de consultoría. De hecho debería ser un parte interconsulta, es decir, los clínicos envían una solicitud y desde el laboratorio, en función del perfil del paciente, se dice exactamente qué pruebas hay que hacer y cuáles no y qué se debe ampliar. Ahora ya estamos trabajando en temas de adecuación, se han protocolos conjuntos y consensuados, donde directamente muchas veces nosotros anulamos pruebas que piden y que creemos que no están adecuadas. Es por el bien del paciente, a parte de un tema de eficiencia, ya que muchas veces modificamos las pruebas y las sustituimos por otras que puedan aportar más valor.

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