El copago cargó sobre las familias españolas gastos sanitarios públicos sin disuadir del consumo

Los expertos en economía de la salud han recordado este miércoles que el copago sanitario (aumentos de la parte del gasto que se carga sobre el paciente en lugar de sobre la administración) cargó sobre las familias gastos sanitarios públicos sin disuadir del consumo.

Así lo han subrayado durante la celebración de las XXXVIII Jornadas de Economía de la Salud que se desarrollan hasta el viernes en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.

Según ha explicado la expresidenta de la Asociación de Economía de la Salud (AES) y expresidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), Beatriz González López-Valcárcel, la implantación de copagos farmacéuticos “no han cumplido el objetivo de disuadir del recurso a los medicamentos innecesarios”, como se planteó. En su lugar, derivó gasto que era público a las familias “incrementando las desigualdades”.

La implantación de copagos farmacéuticos “no han cumplido el objetivo de disuadir del recurso a los medicamentos innecesarios”

Así lo prueban datos como que entre 2006 y 2015 el gasto directo en medicamentos de las familias aumentó un 52%, mientras que el gasto total en otros conceptos, como la vivienda o a la alimentación, sólo lo hizo en un 3%.

Además, tan sólo año y medio después de su entrada en vigor, la utilización de los medicamentos volvió a los niveles anteriores, es decir, las medidas no contribuyeron a un menor consumo de medicamentos y, por lo tanto, no tuvieron un efecto disuasorio, como se había justificado en el RD 16/2012.

Por el contrario, “en el camino lo que sucedió fue una inequidad”, porque por un lado se establecieron topes (porcentajes máximos) en el gasto para los pensionistas, pero no para otros colectivos como los empleados.

Se establecieron topes (porcentajes máximos) para los pensionistas pero no para otros colectivos como los empleados

Es decir, en el caso de los jubilados en la práctica lo que sucedió fue que se les sumó un gasto fijo mensual a sumar a sus otros gastos, de un máximo de 8 euros para las pensiones bajas.

Pero en los activos, que incluyen a los desempleados, se mantuvo el copago sin tope máximo, con lo que en algunos casos tuvieron que asumir un “gasto catastrófico”.

Todo durante unos años de crisis que se han traducido en desigualdades en las rentas y en un aumento de las familias pobres.

Por tanto, advierten de que a la hora de revertir los copagos, como se plantea desde el nuevo Gobierno central, se debe tener en cuenta también este factor de los topes en colectivos con menos ingresos.

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