El tratamiento con mepolizumab reduce los ataques de asma eosinofílica grave y ayuda a controlar la enfermedad

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..Redacción.
Los pacientes que padecen asma eosinofílica grave cuentan con un tratamiento biológico que resulta eficaz y seguro: mepolizumab. Este principio activo, comercializado por GSK bajo la marca Nucala, fue sometido a estudio y los resultados demuestran que los pacientes que presentan este tipo de asma y tratados con mepolizumab redujeron de forma significativa los ataques graves de asma, conocidos como exacerbaciones, y experimentaron mejoras en el control de los síntomas relacionados con el asma.

Los pacientes tratados con mepolizumab redujeron los ataques graves de asma y experimentaron mejoras en el control de los síntomas

Así lo señalan los resultados del estudio Columbia, publicados en la revista The Journal of Allergy and Clinical Immunology (JACI). Unos resultados que también apuntan a un perfil de seguridad similar al de estudios anteriores controlados con placebo cuando los pacientes recibieron inyecciones de mepolizumab durante un promedio de 3,5 años y un máximo de 4,5 años. Además, un tercio de los pacientes que participaron en la investigación y que fueron tratados con este fármaco no experimentaron ataques de asma, a pesar de incorporarse al estudio con un promedio de casi dos ataques por año (1,74).

La doctora Carolina Cisneros, responsable de la Unidad de Asma del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, explica que en nuestro país “la prevalencia de asma en la población adulta se encuentra en torno al 5,7%, de los cuales, un pequeño porcentaje padece asma grave no controlada”. Además, dentro de esta población “existe un porcentaje elevado de pacientes con perfil eosinofílico. Estos pacientes presentan frecuentes episodios de agudización de la enfermedad cada año”, añade la Dra. Cisneros. Esta situación hace necesaria la aplicación de tratamientos con corticoides sistémicos y tener que acudir a los servicios de Urgencias y, en ocasiones, los pacientes terminan hospitalizados.

Dra. Cisneros: “Existe un porcentaje elevado de pacientes con perfil eosinofílico y presentan frecuentes episodios de agudización de la enfermedad cada año”

Por tanto, la prevención de los ataques de asma es una prioridad en el tratamiento del asma grave porque se sabe que afectan a la función pulmonar y a la calidad de vida. Además, aquellos pacientes que no han logrado un control con la terapia inhalatoria u oral necesitan nuevas opciones terapéuticas específicas que se ha demostrado que se pueden utilizar a largo plazo.

Control de la enfermedad
El asma eosinofílica grave es un tipo de asma que no se controla bien a pesar del tratamiento estándar a dosis altas y que está provocada por la inflamación relacionada con la presencia en la sangre de un número de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) superior al normal. Cuando los niveles son normales, los eosinófilos pueden desempeñar un papel en la protección del cuerpo contra las infecciones, pero una producción excesiva puede causar inflamación en los órganos y tejidos vitales, incluyendo los pulmones, que produce daños que, en ocasiones, son permanentes.

Mepolizumab funciona evitando que la proteína IL-5 se una a su receptor en la superficie de los eosinófilos

Los pacientes que sufren este tipo de asma suelen presentar dificultades para controlar la enfermedad, a pesar de la combinación de muchos medicamentos en dosis altas, incluidos los corticosteroides orales, y siguen sufriendo ataques de asma que pueden requerir hospitalización o visitas a urgencias. Mepolizumab es el primer tratamiento biológico inyectable de su clase autorizado para tratar a este tipo de pacientes. Se le conoce como un anti-IL-5 y se cree que funciona evitando que la proteína IL-5 se una a su receptor en la superficie de los eosinófilos, lo que a su vez reduce los niveles de estas células.

Dr. Cisneros: “Se mantienen tanto la reducción de exacerbaciones en un 61%, como la mejoría en los síntomas y en la calidad de vida”

La Dra. Cisneros comenta que el estudio Columbia “aporta nuevos datos sobre la seguridad y la eficacia a largo plazo del tratamiento con mepolizumab, pues hasta la fecha sólo se tenían datos del estudio Cosmos”. Ahora, este nuevo estudio “es el que aporta la más extensa experiencia clínica de los tratamientos anti-IL-5 hasta la fecha”. Además, la investigación demuestra “la durabilidad del efecto a largo plazo, pues se mantienen tanto la reducción de exacerbaciones en un 61%, como la mejoría en los síntomas y en la calidad de vida que se habían demostrado en los ensayos clínicos previos”, concluye la neumóloga.

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