Reducir listas de espera en la sanidad privada evita el 67% de las complicaciones quirúrgicas

..Cristina Cebrián.
Uno de los puntos de unión más fuertes que tienen la sanidad pública y la privada es la disminución de las listas de espera. Se trata de un aspecto fundamental de la colaboración público-privada y de la que dependen ambos sistemas. El Ministerio de Sanidad publicó recientemente los datos del Sistema de Información sobre Listas de Espera en el Sistema Nacional de Salud, registrados hasta el 30 de junio de 2018. En estos resultados se observa una mejoría en comparación con los datos de diciembre de 2017, aunque siguen siendo superiores los ratios registrados en la sanidad privada, publicados en el Estudio RESA 2018 que promueve la Fundación IDIS.

Dr. Landecho (CUN): “Existen cerca de 4 años de lista de espera para cirugía bariátrica y, cuando al paciente le llega el momento, nosotros disminuimos esa lista de espera con una gestión de máxima eficiencia”

Manuel Landecho, médico especialista en Medicina Interna de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), explica que existen cerca de 4 años de lista de espera para cirugía bariátrica y, cuando al paciente le llega el momento, “nosotros disminuimos esa lista de espera con una gestión de máxima eficiencia”. La importancia de esa colaboración entre el ámbito público y privado se refleja en datos, pues el 67% de los pacientes que se encuentran en lista de espera sufren complicaciones y, en torno al 20% son complicaciones con graves secuelas, “todo ello por no haberse operado a tiempo”, aclara el Dr. Landecho.

Mejoras en el abordaje de la obesidad
Además de las listas de espera, otro de los retos que afrontan los sistemas sanitarios tanto públicos como privados, es el abordaje de la obesidad. En España, un 39,3% de la población tiene sobrepeso y el 21,6% obesidad, según un estudio elaborado por el grupo Planeta Dieta a partir de datos del 2016 de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). En este sentido, el médico internista de la CUN señala que desde su centro hospitalario “somos muy partidarios de generar equipos multidisciplinares y la gran ventaja de nuestro centro sobre las alternativas es que disponemos de todas las estrategias terapéuticas posibles que puede requerir un paciente”.

“Para una persona que ha hecho cientos de dietas y sigue teniendo un problema de obesidad, hay que ir directamente a la solución quirúrgica”

El experto recuerda que es frecuente encontrar pacientes que nunca han oído hablar de la obesidad y que nunca han hecho una dieta. “Yo no le puedo plantear de entrada al paciente una técnica quirúrgica, no es razonable”, aclara y añade que “para una persona que ha hecho cientos de dietas y sigue teniendo un problema de obesidad, hay que ir directamente a la solución quirúrgica” y esto se consigue con equipos multidisciplinares bien integrados.

Cirugía de alta complejidad en la sanidad privada
Precisamente el hecho de coordinar equipos multidisciplinares permite ofrecer una atención especializada a cada uno de los problemas. Por tanto, el Dr. Landecho afirma que, si durante el ingreso se produce alguna complicación de carácter infeccioso, “el internista se ocupa de ello ya que habitualmente hace un abordaje más eficiente que un profesional que tiene una formación de otro estilo”.

Dr. Lapuente (CUN): “Competimos, entre comillas, con una sanidad pública de alta calidad, pero nosotros tenemos que ser capaces de ser más rápidos y ágiles”

Por otro lado, la agilidad es probablemente la mayor ventaja de la sanidad privada frente a la pública en lo que se refiere a cirugías de alta complejidad. Así lo considera el doctor Fernando Lapuente, médico especialista en Cirugía general y digestiva de la Clínica Universidad de Navarra. “Competimos, entre comillas, con una sanidad pública de alta calidad, pero nosotros tenemos que ser capaces de ser más rápidos y ágiles, así como de resolver los problemas que se presentan en la sociedad con más facilidad”, comenta el especialista. Bajo su punto de vista, el ámbito de la sanidad privada cuenta con “todas las opciones disponibles para afrontar ese reto, tanto con dotaciones tecnológicas como humanas”.

Y es que la innovación tecnológica es “absolutamente prioritaria”, insiste el Dr. Lapuente, para elegir el mejor tratamiento disponible para los pacientes. “Está en el ADN de la medicina”. Aunque el ejercicio de una buena medicina no depende exclusivamente de la innovación tecnológica, sí que es preferible contar con las últimas tecnologías, “sin perder de vista que al final lo fundamental será el trato humano con cada paciente, porque sino nos perdemos en un mundo de robots que no es el que cura a los pacientes”, aclara el cirujano de la CUN.

“Al final lo fundamental será el trato humano con cada paciente, porque sino nos perdemos en un mundo de robots que no es el que cura a los pacientes”

Unos pacientes que, por otro lado, “suelen ser exigentes, se informan bien y saben cuáles son las diferencias entre uno u otro centro”. Por ello, el experto recuerda que esto supone “un acicate para los médicos, ya que los pacientes nos preguntan y sorprende la cantidad de conocimientos que tienen, porque previamente se han preparado sobre cuál es la solución a su problema”.

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