La esencia del médico: no solo diagnosticar, también “conectar” con el paciente

..María Vargas. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad.
Seguramente podemos echar la vista atrás y recodar situaciones en las que nos ha resultado difícil comunicar una mala noticia en nuestra vida personal. Momentos en los que no sabíamos cómo expresar un sentimiento o un pensamiento poco agradable a otra persona que intuíamos provocaríamos daño o un pequeño desbarajuste emocional. Finalmente, en un alarde de entereza, lo habremos comunicado no sin sentirnos ciertamente inquietos o nerviosos.

Asimismo, si pasamos a un ámbito profesional sanitario, pregunto, ¿qué sucede cuando los médicos deben comunicar malas noticias a un paciente, como puede ser la recaída de una enfermedad o el fatal pronóstico de la misma? ¿Cómo es el apuro que deben pasar cuando transmiten una información desagradable a un enfermo que solo quiere vivir y mejorarse? Esa comunicación médico-paciente, a veces tan sencilla, pero otras veces tan complicada.

Esa comunicación médico-paciente, a veces tan sencilla, pero otras veces tan complicada

Actualmente, son pocas las universidades que ofrecen una educación específica en cuanto a comunicación de malas noticias y autogestión psicológica. Tal y como nos explicó la psicooncóloga Fátima Castaño en una entrevista realizada en iSanidad, muchos profesionales médicos se encuentran sin herramientas ni formación a la hora de comunicar malas noticias, lo que puede conllevar a un desgaste profesional.

Con los pacientes se crea una relación no literalmente personal pero tampoco estrictamente profesional que hace que sea difícil transmitir un “hasta aquí” o “de nuevo ha vuelto a aparecer”. Pacientes tratados a veces durante años, donde los médicos no solo son conocedores de su historial médico sino también de su vida privada (hijos, nietos, marido/mujer; aspiraciones, anhelos, deseos, esperanzas y angustias).

Es importante que nuestros profesionales reciban una formación específica en este tipo de habilidades comunicativas

Por ello, es importante que nuestros profesionales reciban una formación específica en este tipo de habilidades comunicativas que no solo les dé herramientas para “enfrentarse” a la transmisión de malas noticias, sino también para poder gestionar internamente la información y sus connotaciones para con el paciente.

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