Caminando hacia un nuevo MIR. Dr. Juan Antonio Vargas

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..Dr. Juan Antonio Vargas. Decano de Medicina de la UAM. Jefe de Sección de Medicina Interna y Jefe de Estudios del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda.
Como decano de una Facultad de Medicina, he recibido con agrado los cambios planteados desde el Ministerio de Sanidad para la próxima convocatoria MIR 2019/20. Un nuevo MIR que repercutirá positivamente en los estudiantes de Medicina.

He de decir que algunas de las propuestas han sido “perseguidas” por la Conferencia Nacional de Decanos (CND) de Facultades de Medicina de España desde hace ya varios años. Una de ellas es el cambio en la valoración del expediente académico de la escala 0-4 a la escala 0-10. Una escala utilizada por todas las Facultades y que permite una valoración más justa de los méritos individuales.

Algunas de las propuestas han sido “perseguidas” por la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España desde hace ya varios años

Otro cambio solicitado desde la CND era el incremento de plazas MIR, que en esta convocatoria supone un 10%. Esto conseguirá ajustar progresivamente el número de egresados al número de plazas, disminuyendo por tanto la bolsa de médicos sin especialidad.

Por último, la disminución en el número de preguntas de 225 a 175, más 10 de reserva, reduciendo el examen de cinco a cuatro horas. Siendo una decisión discutible, la realidad es que se ajusta a los estándares europeos. Y deberá reducir el nivel de estrés y fatiga mental detectado en la parte final del examen. Así, conllevará una mayor concentración y un mejor rendimiento.

A pesar de que los cambios introducidos por el Ministerio deben considerarse como una oportunidad, todavía queda mucho camino por andar y se precisan cambios progresivos

Sin embargo, todavía queda mucho camino por andar. Se precisan cambios progresivos que permitan considerar la prueba MIR como un elemento formativo globalmente. No como un “muro” que hay que saltar y que modifica la estructura de los planes de estudio de las Facultades de Medicina.

Entre las modificaciones que considero todavía importantes a implantar, apuntaría las siguientes:

  • Ajustar el examen a las competencias adquiridas en el Grado y, en particular, a las relacionadas con la práctica clínica más prevalente.
  • Incorporar a la valoración curricular, como elemento diferenciador, la prueba ECOE (Examen Clínico Objetivo Estructurado), realizada en todas las Facultades de Medicina y acreditada por la CND.
  • Ponderar la nota media individual en relación a la nota media de los componentes de su promoción en la Facultad en la que haya cursado sus estudios. Esta medida incrementaría el valor del expediente académico, actualmente considerado solo en un 10%.
  • Adelantar la fecha del examen MIR para permitir la incorporación más temprana de los residentes, a ser posible, al inicio del año natural. Favorecería el continuo formativo entre el periodo de grado y el de formación especializada. También permitiría adquirir una mayor preparación para gestionar la toma de decisiones durante aquellos meses en los que los MIR adquieren más responsabilidades.

El examen MIR debe evolucionar de tal manera que facilite la formación clínica de nuestros estudiantes, e incremente la objetividad y transparencia de todo el proceso

En definitiva, esta política de cambios que ha iniciado el Ministerio de Sanidad con respecto al nuevo MIR debe considerarse como una oportunidad que mejora la forma y el fondo de todo lo que rodea el examen. El sistema MIR supuso una revolución formativa, la base donde se sustenta el Sistema Nacional de Salud, y debe mantenerse todo lo bueno del mismo. Pero, al mismo tiempo, debemos evolucionar hacia un examen MIR que facilite la formación clínica de nuestros estudiantes, e incremente la objetividad y transparencia de todo el proceso.

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