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Enfermedades que se producen por la ingesta de alimentos contaminados por microorganismos patógenos y sus toxinas, así pueden definirse las intoxicaciones o toxxiinfeciones alimentarias. Por el calor y la humedad, su frecuencia es mayor en verano, ya que facilitan la proliferación de los microorganismos.
España puede presumir, como país desarrollado, de tener sistemas de prevención y control tanto en la producción, transformación, como también en la comercialización de los alimentos que garantizan altos niveles de protección al consumidor. Por ello a día de hoy se puede decir que la aparación de brotes de toxiinfecciones alimentarias en nuestro país son poco frecuentes.
Este tipo de infecciones presenta una serie de características. La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) recuerda que una de ellas es que los alimentos contaminados pueden presentar “de cara al público” una apariencia normal, tanto es aspecto, como en sabor y olor, los cuales no pueden alterarse. Por esta razón, en casa o en cualquier establecimiento que trate o cocine alimentos, las precauciones se deben extremar sobremanera y tomar medidas de prevención, deben considerarse una norma básica.
Las intoxicaciones alimentarias se producen por muchos tipos de gérmenes
La mayoría de las intoxicaciones alimentarias producen un cuadro sintomático de trastornos gastrointestinales leve y de corta duración. Se caracterizan por presentar dolor abdominal, diarreas, náuseas, vómitos y, en ocasiones, fiebre. Si los síntomas perduran se debe llamar o acudir al médico.
Intoxicaciones alimentarias, estas pueden ser producidas por muchos tipos de gérmenes. Las más frecuentes y las que “hacen acto de presencia” más rápidadente son la estafilocócica; la salmonelosis; la listeriosis o la diarrea del viajero, producida por la ingesta de otras aguas; y alimentos contaminados por ‘Escherichia Coli’ en la mayoría los casos, aunque también por otros tipos de virus intestinales.
En relación a este tema, la FEAD ha elaborado una infografía con los principales consejos y recomendaciones para evitar las toxiinfecciones alimentarias. A modo de resumen, estas son el asegurar una correcta manipulación de los alimentos; una adecuada higiene de las manos; el empleo de guantes y seguir las recomendaciones tanto de refrigeración como de conservación de los alimentos.
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