¿Cómo debe ser un líder en el sistema sanitario?

El verdadero líder es aquel que asume el reto de crear más líderes

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..Redacción. 
Cada vez más se emplea el acrónimo VUCA (del inglés Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity) para definir el contexto en el que vivimos. Nuestro mundo cambia de forma constante. Los sistemas sanitarios no son ajenos a esta transformación y, para afrontar el futuro con éxito, las organizaciones se deben adaptar. Así lo puso de manifiesto el director de la Fundación Lilly, el doctor José Antonio Sacristán, en el encuentro de antiguos alumnos 2019 del Programa de Alta Dirección en Instituciones Sanitarias (PADIS). Destacó la importancia de la anticipación. “El sistema sanitario es un sector muchas veces reactivo y, en él, los cambios se producen cuando no hay más remedio. Lo ideal es anticiparse y, para ello, las organizaciones han de contar con un líder”.

Con el fin de poder profundizar en la materia, los alumnos tuvieron la oportunidad de charlar con Santiago Álvarez de Mon, profesor del departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones en IESE Business School y uno de los mayores expertos internacionales en liderazgo, equipos de alto rendimiento y coaching. Impartió la conferencia ‘Liderazgo: un viaje desde dentro hacia fuera’.

No se puede hablar de liderazgo sin ser conscientes del contexto de transformación de que todos los sectores están siendo afectados por el cambio

Todas las personas tienen una opinión acerca del liderazgo, por ello, el profesor Álvarez de Mon hizo que los alumnos salieran de su zona de confort y expresaran sus opiniones. “El debate es inherente al método del IESE y del mundo universitario. Todos somos aprendices”, indicó.

No se puede hablar de liderazgo sin ser conscientes del contexto de transformación de que todos los sectores están siendo afectados por el cambio. “Lo primero que ha de hacer un buen gestor si quiere transformar la realidad a mejor es estar en contacto con ella”.

Si algo preside el devenir humano es la transformación, por lo que no se debe querer controlar todo y oponer resistencia al cambio. En ese sentido, este experto recomienda invertir en todos los recursos disponibles.

Además de la autoridad, el liderazgo tiene que ver con la calidad de las relaciones que establecemos con los demás

Asimismo, Álvarez de Mon señaló que liderar no es una posición, sino que se trata de un proceso en el que se involucra a personas, lo que implica que es una experiencia relacional entre líder y equipo. Es el arte de influir en el otro. Solo se puede influir con autoridad. Por ello, el profesor quiso establecer las diferencias entre poder y autoridad: “La autoridad es el poder legitimado. Hay demasiada gente con poder sin ninguna autoridad. Esta se puede perder de muchas maneras, por ejemplo, usando injustamente el poder”. Además de la autoridad, el liderazgo tiene que ver con la calidad de las relaciones que establecemos con los demás. Desde esta premisa afirmó que “solo cuando esa relación se basa en valores de calidad como la confianza, la credibilidad, el compromiso, la ilusión, la energía y la motivación se puede llamar liderazgo”.

Pero ¿cómo es una buena conversación? El profesor de IESE insiste en la importancia de la empatía, ya que con ella es más fácil “tocar las teclas de la influencia. Para eso hacen falta dos herramientas: la pregunta y la escucha. No hay conversación inteligente sin preguntas inteligentes”. Asimismo, reivindica el tiempo destinado a las conversaciones, algo que dista mucho de ser sencillo: “Estamos en una sociedad en la que se influye a través de 240 caracteres”.

Además de ser conscientes del contexto, se debe ir al universo personal de cada hombre y mujer con tareas de gobierno, realizar un viaje desde dentro hacia fuera. “Si no soy capaz de tener una conversación conmigo mismo, no podré tener una conversación de calidad con los demás”.

De una organización con una buena gestión se espera un ecosistema propicio al talento humano. De hecho, el verdadero líder es aquel que asume el reto de crear más líderes.

O se invierte en nuestra inteligencia para gobernar las nuevas tecnologías o se va a una sociedad donde la inteligencia artificial brille

El talento llama al talento, la mediocridad llama a la mediocridad. “Necesitamos jefes que ejerzan el liderazgo; no jefes que se pierdan en el organigrama y que recuerden todo el rato que son jefes”. Ante todo, los líderes sanitarios, para hacer frente a los nuevos retos, han de tener una vocación sopesada que permita encontrar un equilibrio familia-trabajo y dar sentido a su propio universo. Además, se necesita trabajo, esfuerzo, afán de superación y actitud. “Con pesimistas no vamos a ningún lado. El pesimismo y el optimismo no vienen de fábrica. Son opciones que elegimos”.

Por ello, este profesor recomienda trabajar el cerebro. “O invertimos en nuestra inteligencia para gobernar las nuevas tecnologías o vamos a una sociedad donde la inteligencia artificial brille; nos gobierne y en la que, a cambio, nosotros cada vez seamos más estúpidos”, advirtió. Un buen líder, por último, ha de saber diferenciarse y tener carácter: “Carácter es hacer lo que sabemos que hay que hacer”. Álvarez de Mon anima a tener el coraje de ser uno mismo y salirse de la muchedumbre. “Hay que hacer las cosas ahora. Mañana es el tiempo de los vagos”.

Con 19 ediciones ya, el Programa de Alta Dirección en Instituciones Sanitarias (PADIS), impartido por profesores del IESE, ha formado ya a más de 1.200 profesionales en España. Comenzó en 2001. Es fruto de esta escuela de negocios y de la Fundación Lilly para colaborar en el desarrollo y la mejora del Sistema Sanitario en España. Entre los contenidos, se tratan los aspectos relacionados con la estrategia; las finanzas; economía de la salud; el análisis y el proceso de toma de decisiones; el liderazgo y la dirección de personas, así como la excelencia en el servicio.

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