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El ejercicio privado en España: presente y futuro” ha sido el eje del II Congreso Nacional del ejercicio privado de la medicina celebrado en Sevilla. Es imprescindible reforzar el sistema sanitario porque el futuro es incierto. Es consecuencia del envejecimiento de la población, la innovación tecnológica o la proliferación de los procesos crónicos.
De hecho, para 2025 se podría estimar un gasto sanitario público entre 97.000 y 113.000 millones anuales. Esto significa, de entrada, incrementar el porcentaje de inversión sanitaria pública en 2 puntos sobre el PIB. Juan Abarca, presidente de IDIS, ha asegurado que se deberían abordar una serie de reformas que contemplen el uso de todos los recursos disponibles. Abarca considera necesario elaborar un mapa de recursos sanitarios globales y un pacto para el acceso a la innovación. Es la forma de que el sistema sanitario de titularidad pública, que pasa por dificultades, sea viable y pueda cumplir con su cometido.
Se estima que el gasto sanitario público en el año 2025 podría estar entre los 97.000 y 113.000 millones anuales
Se trata de poder cumplir lo que marca el ordenamiento jurídico sanitario de nuestro país: equidad, accesibilidad, cohesión, financiación, capacidad de elección, autonomía del paciente. El sistema tiene que adaptarse a las necesidades de una población cada vez más informada y demandante de calidad y resultados. En este sentido, Abarca, ha asegurado que “nuestra reflexión es que es necesaria una mayor integración y colaboración de los entornos público y privado para aportar soluciones compartidas con el fin de reforzar el estado de bienestar y el sistema sanitario en su globalidad”.
Juan Abarca ha aludido a los distintos hitos que han configurado el sistema sanitario tal y como lo conocemos en nuestros días. Destacan momentos como la Constitución del 78, que implicó un cambio en el modelo sanitario, haciendo que estuviera financiado por medio de impuestos. También la creación de la Ley General de Sanidad de 1986, que supuso la puesta en marcha de normas de utilización de los servicios sanitarios. Incluso suposo la descentralización política en términos de cohesión y equidad o la organización en áreas de salud, entre otras.
En la evolución histórica se contempla la Ley de Cohesión de Sanidad y Calidad de 2003 que garantiza la calidad del sistema. Esta trata de reforzar el sistema sanitario y toda su coordinación a fin de tener una perspectiva integral. Es la falta de mecanismos de adaptación del siglo XXI ha llevado a un deterioro del sistema sanitario público que es necesario corregir y reconducir.
Es la falta de mecanismos de adaptación al siglo XXI lo que ha llevado al actual deterioro del sistema sanitario público
Tal como ha asegurado, “el futuro del sistema sanitario privado es tremendamente incierto porque el del sistema público también lo es. La realidad es que existe una falta de inversión en el sistema público mientras el sector privado registra una gran parte de los avances y la innovación. Esto crea dificultades de acceso a los usuarios que no tienen opción a ser tratados en el sector privado. La sanidad privada es, por tanto, un agente imprescindible para el sistema público de salud, desde el punto de vista de la planificación de recursos al sistema. Por eso es fundamental crear un Pacto Sanitario y eliminar las barreras artificiales generadas entre sanidad pública y privada, es decir, tenemos que focalizarnos en tener un mapa de recursos común e integrado que busque la mejor sanidad”.
Hoy en día, la viabilidad del modelo sanitario es posible gracias a la aportación que hace el sector sanitario privado. Como ejemplo Abarca ha mencionado la actividad asistencial (al descongestionar el sistema sanitario -31% de las intervenciones quirúrgicas, 24% de las altas, 24% de las urgencias-). También la accesibilidad porque la privada dispone del 58% de los hospitales y el 32% de las camas existentes, presencia progresiva de innovación y tecnología o su apuesta por la calidad, la seguridad y los resultados sanitarios y de salud.
Para reforzar el sistema sanitario, los entornos público y privado, tienen que aportar soluciones compartidas y sinérgicas
Sobre esta situación, la Fundación IDIS plantea algunas propuestas para lograr un sistema sanitario viable: definir una cartera de servicios y prestaciones públicas realista que englobe necesidades básicas sanitaria y sociosanitarias de toda la población, reevaluar la gobernanza del sistema, impulsar el papel de los profesionales o corresponsabilizar a los ciudadanos en el uso de los recursos, entre otras. Sin duda, “la clave es que todos en conjunto seamos capaces de aportar viabilidad, sostenibilidad y solvencia económica y científica a nuestro sistema sanitario”, ha puntualizado Abarca.
