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La erradicación de la viruela es un claro ejemplo de éxito de las vacunas. En este 2020 se cumplen 40 años desde que se anunció, durante la 33ª Asamblea Mundial de la Salud, la erradicación de esta enfermedad. Fue, además, la primera enfermedad contagiosa en el mundo y afectó a millones de personas durante miles de años.
Su impacto fue tan grande que se cobró la vida de 300 millones de personas solo en el siglo XX. El último brote endémico de viruela se declaró y contuvo rápidamente en Somalia en 1977.
Tedros Adhanom (OMS): “La viruela es la única enfermedad humana erradicada, una prueba de lo que podemos conseguir cuando todas las naciones trabajamos juntas”
“Es la única enfermedad humana erradicada, una prueba de lo que podemos conseguir cuando todas las naciones trabajamos juntas. Ante las enfermedades epidémicas, tenemos una obligación y un destino compartidos”. Son palabras del director general de la OMS, Tedros Adhanom, durante el acto de conmemoración de la erradicación de esta enfermedad. Este se celebró en diciembre en la sede que la Organización Mundial de Salud (OMS) tiene en Ginebra.
Las campañas de vacunación, la vigilancia y las medidas de prevención emprendidas para contener los focos epidémicos, fueron las estrategias utilizadas para combatir esta enfermedad. Además, se ofreció una información mejorada a las poblaciones afectadas. Este eficaz Programa de Erradicación de la Viruela sirvió para conocer la importancia de la promoción de la salud en la lucha contra enfermedades como la poliomielitis y la enfermedad por el virus del Ébola.
Existen más de 40 vacunas desarrolladas contra 25 enfermedades que lograron controlar sus efectos
También sirvió para establecer en el mundo las bases de programas nacionales mejorados de inmunización. Estos ayudaron a consolidar el establecimiento de la atención primaria de salud en muchos países y a trabajar por una cobertura sanitaria universal.
Casos de éxito de la vacunación
En este sentido, la vacunación jugó y sigue jugando un papel fundamental a la hora de controlar los efectos de estas patologías. Por ejemplo, existen más de 40 vacunas desarrolladas contra 25 enfermedades que lograron controlar sus efectos. Entre ellas, la poliomelitis. Gracias a las vacunas se logró reducir su incidencia global en un 99%. Por tanto, se considera que la poliomelitis está al borde de su erradicación.
Otro claro ejemplo de éxito es el de la vacuna frente al sarampión. Gracias a esta, entre los años 2000 y 2012, se evitaron 13,8 millones de muertes. Además, desde comienzos del siglo XXI, la incidencia y mortalidad del sarampión se han reducido un 77% y un 78% respectivamente. Según datos de la OMS, en 2016 se había vacunado frente al rotavirus a más de 70 millones de niños de los 40 países con menor solvencia económica de todo el mundo.
La OMS recuerda que las vacunas evitan tres millones de muertes al año y 2,5 millones corresponderían a niños
A estos avances hay que sumar la reducción de las tasas de morbilidad, discapacidad y mortalidad asociadas a enfermedades como la difteria, la tosferina y la meningitis epidémica por meningococo de tipo A. Desde Farmaindustria recuerdan que uno de los motivos del éxito de las vacunas es su gran eficacia al prevenir enfermedades potencialmente mortales. De hecho, la OMS recuerda que las vacunas evitan tres millones de muertes al año. De estas, 2,5 millones corresponderían a niños.
No sería extraño que esas cifras aumentaran, pues la industria biofarmacéutica innovadora trabaja en el desarrollo de más de 260 vacunas para distintas enfermedades. En concreto, hay 137 proyectos enfocados a la lucha contra patologías infecciosas; 101 en cáncer; 10 para alergias; cuatro para enfermedades autoinmunes; cuatro sobre Alzheimer y cinco más en otras áreas.
