Diseñan un dispositivo para detectar el virus SARS-CoV-2 en superficies y desinfectar dispositivos médicos

Madrid-variante

..Cristina Cebrián.
Detectar el virus
SARS-CoV-2 que causa la neumonía Covid-19 puede ser clave para la desinfección y limpieza de dispositivos médicos e instalaciones sanitarias. Por ello, un equipo de investigadores andaluces se ha puesto mano a la obra y han desarrollado un dispositivo capaz de detectar el virus en superficies. Lo explican como una manera de “ver” dónde se encuentra el SARS-CoV-2 en distintos materiales. 

Para detectar con precisión el virus en superficies contaminadas están utilizando tecnologías ópticas ya existentes combinadas con Inteligencia Artificial (IA). Así, aseguran que este avance supondría una gran contribución a los esfuerzos por contener la pandemia y evitar nuevos contagios.

prototipo-detectar-coronavirusEl prototipo portátil combina los sistemas de lectura de imágenes multiespectrales con métodos de análisis mediante óptica computacional e Inteligencia Artificial 

Detrás de este proyecto están los investigadores y expertos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla; el Hospital Universitario Virgen del Rocío; el Instituto de Biomedicina de Sevilla; la Red Andaluza de diseño y traslación de Terapias Avanzadas; los Tedax de la Policía Nacional; el Observatorio Astronómico de Calar Alto, el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea y Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA).

Ante la falta de métodos de detección y visualización de la presencia de este coronavirus en superficies, los investigadores han ideado un prototipo portátil. En concreto, combina los sistemas de lectura de imágenes multiespectrales, tanto en el rango óptico de ultravioleta a infrarrojo térmico como en el rango de terahercios, con métodos de análisis mediante óptica computacional e Inteligencia Artificial (machine learning).

El análisis rápido de las zonas contaminadas se realizaría sin contacto mediante la generación de mapas de distribución espacial de estas imágenes en el campo de visión captado por el dispositivo. Esto supondría un gran avance a la hora de ayudar a la limpieza y descontaminación de dispositivos médicos e instalaciones. También ayudaría a frenar la reducción del contagio por contacto.

El análisis rápido de las zonas contaminadas se realizaría sin contacto mediante la generación de mapas de distribución espacial de estas imágenes en el campo de visión captado

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El proyecto está financiado por el Instituto de Salud Carlos III con algo más de 500.000 euros. Con esta cifra, los investigadores podrán cubrir la totalidad del presupuesto para la adquisición de otros recursos complementarios necesarios para la detección del SARS-CoV-2. Al igual que para cubrir la realización de pruebas en entornos contaminados.

El reto ante un virus desconocido y minúsculo
Uno de los principales desafíos que afrontan estos científicos es el tamaño del virus ya que apenas mide 120 nanómetros. Pero esta no es la única dificultad con la que se encuentran. Otra de ellas es la escasa información que existe sobre el nuevo coronavirus. En este sentido, se desconocen aún sus características físicas, mecanismos de interacción y de depósito sobre superficies y su interacción con la luz.

El equipo se plantea explorar la práctica totalidad del rango óptico, incluyendo las bandas ultravioleta, el espectro visible, el infrarrojo y hasta la banda de terahercios

Para despejar algunas de estas dudas, este equipo de investigadores se plantea explorar la práctica totalidad del rango óptico, incluyendo las bandas ultravioleta, el espectro visible, el infrarrojo y hasta la banda de terahercios. Algunas de estas ya se están utilizando con éxito para determinar propiedades ópticas y electromagnéticas de otros tipos de virus, incluso más pequeños que este.

Por otro lado, los expertos también encuentran problemas a la hora de visualizar las zonas contaminadas no visibles para el ojo humano. Aseguran que esto es muy complejo, por lo que la combinación de técnicas ópticas y de procesado propuestas resultan muy innovadoras.

Los científicos señalan que, en solo tres meses, podrían empezar a obtenerse los primeros resultados. Sin embargo, la investigación se plantea en un horizonte de unos ocho meses. Por último, el grupo publicará en abierto los resultados científicos que vaya obteniendo en el transcurso de la investigación. También harán públicos los diseños y dispositivos que se desarrollen, para posibilitar su utilización y mejora por la comunidad internacional.

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