Los derroches están sangrando a la Sanidad española

En Canarias han gastado más de 950 millones de euros en técnicas de rehabilitación inadecuadas. Por otros conceptos se podrían llegar a ahorrar más de 13.000 millones (un 22% del gasto sanitario público). Las propuestas de mejora en la distribución de gastos todavía no se han metido con estas partidas.

Un estudio preparado recientemente para conocer los pormenores de los gastos que actualmente se están realizando en la sanidad española muestran unos dolorosos resultados. Solo en Canarias, en técnicas de rehabilitación para mejorar dolores de espalda, en el cuello o en el hombro ha arrojado una cifra de 3.000.000 de euros, para llevar a cabo unos tratamientos inadecuados que, como es natural, han resultado inútiles y, hasta es posible, que perjudiciales. El estudio cifra en 950 millones de euros anuales lo invertido en aplicar técnicas inadecuadas. ¿Es posible? No solo es posible sino cierto. Asi lo han dado a conocer el Presidente de la OMC, Rodríguez Sendín y Francisco Kovacs,  Presidente a la vez de la Fundación que lleva su nombre, quien, además, ha indicado que este cálculo se ha obtenido aplicando un criterio bastante conservador, ya que se ha centrado solo en aquellos tratamientos que se pueden medir, como en los gastados en centros privados concertados encargados de llevar a cabo ciertos servicios de rehabilitación, que representan solo el 70% de lo que realizó la Comunidad Canaria.

Esta información relativa a dicha Comunidad no es nada más que un síntoma. Si se extrapolaran  los datos al sistema nacional nos llevarían a descubrir algunas sorpresas. Serían de tal calibre que no haría falta ser un gran experto para llegar a la conclusión  de que lo verdaderamente preocupante es que nuestro sistema general está bastante enfermo o deteriorado, como cada cual quiera calificarlo.

 ¿Pueden extrapolarse estos datos de derroche e ineficacia al panorama general de España?. El mismo Presidente  de la OMC se ha anticipado a contestar diciendo que resulta poco menos que imposible, debido a que en casi todas las Autonomías se suelen realizar estas o similares patologías que descubren el hecho de que, solo en el periodo estudiado se desembolsaron por este concepto, cerca de 75 millones de euros, según lo corrobora también el Dr Kovacs. Su mecánica de comprobación es bastante sencilla, partir de la base de los 3.000.000 del estudio y multiplicarlos por 25, dado que, aproximadamente, 1 de cada 25 españoles vive en Canarias.

Según Rodríguez Sendín y Kovacs, lo importante no es el dato que se ofrece, sino el alcance de su significado, si se tienen en cuenta que estamos inmersos en una etapa de crisis y recortes. Los Colegios de Médicos de toda España han suscrito un manifiesto en el que se comprometían a denunciar los malos usos. Un trabajo que puede resultar como la primera piedra del buen camino. De aquí que ambos hayan  coincidido también en que antes de hablar de recortes indiscriminados o, más allá de implantar una tasa por receta como acaba de suceder en Cataluña,  se tendría que reevaluar con pausa lo que verdaderamente se está haciendo. Eliminar terapias inútiles podría, en buena lógica ser el primer paso, dado que no implicaría merma alguna en la calidad de las prestaciones. La OMS calcula que el 30% de las que se aplican en el mundo resultan inoperantes.

Todo esto está muy bien  pero ¿quién le pone el cascabel al gato?. En España, afortunadamente, no faltan herramientas para hacerlo. Además de la Agencia Estatal de Evaluación, existen seis autonomías que tienen una, aparte de otros servicios con este mismo  fin. Si, a pesar de que como en el caso  de los nuevos medicamentos se  le exigen diversos ensayos, no se evita que el 50% de las reacciones sean adversas, precisamente cuando están ya n el mercado, según Kovacs, en las tecnologías no puede hacerse lo mismo..

Otra consideración posterior es que las autoridades apliquen las recomendaciones que los expertos les hacen. Como ha sucedido en el estudio que estamos anilizando que, a pesar de haber sido publicado en BMC Musculoelesketal Disoders, no se ha tenido constancia fehaciente de que se hayan tenido en cunta sus recomendaciones  para, por lo menos, dejar de financiar los tratamientos objetivamente considerados como inútiles.

Un experto en consultoría sanitaria, como José Artells –trabajador actual de Cic Co-denuncia que el sistema para eliminar lo obsoleto o ineficaz en  las prestaciones está obstruido. La plétora de agencias regionales que con este carácter existen, no han producido ningún efecto a la hora de sanear el deseado catálogo de prestaciones. La FADSP, Federación de Asociaciones para la Defensa e la Sanidad Pública afirma que solo con evitar recetar medicamenos innecesarios se podrían ahorrar 1.300 millones de euros al año, más otros 950  si se realizara una adecuada utilización de las tecnologías sanitarias. Suma y sigue. La disminución de la hospitalización innecesaría aportaría Otros 5.750 millones de ahorro, reducir solo un 10 % las visitas innecesarias a urgencias supondría otros 650 millones. Si a todo esto se le pudiera añadir lo que supondría la eliminación tan frecunte de terapias alternativas inútiles, se podrían ahorrra hasta 13.000 millones más (nada menos que un 22 del gasto sanitario público, según datos del propio Ministerio

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