La SEN avisa del desconocimiento de la población sobre la “narcolepsia”

La narcolepsia afecta a unas 25.000 personas en España pero, teniendo en cuenta que se piensa que entre el 60% y el 80% de los pacientes no están diagnosticados y que, en muchas ocasiones, se detecta a los 6 o incluso 10 años de haber comenzado a tener los primeros síntomas, esta cifra puede ser aún mayor.

En la celebración el pasado 18 de marzo del Día Europeo de la Narcolepsia, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha hecho hincapié en el desconocimiento social de esta enfermedad porque sus síntomas se achacan erróneamente a la vaguería o gandulería y no a un trastorno neurológico.

Los expertos sostienen que se debe acudir al neurólogo en caso de experimentar somnolencia excesiva durante más de tres meses y/o debilidad muscular al expresar emociones.

Se trata de un trastorno neurológico crónico caracterizado por la incapacidad del cerebro para regular los ciclos de vigilia y sueño, y cuyo síntoma más incapacitante es la somnolencia excesiva diurna.

«El principal problema para el diagnóstico es que se trata de una enfermedad poco frecuente que se desarrolla paulatinamente, por lo que es común que su principal síntoma, la somnolencia excesiva, sea atribuida a otras causas como trabajo excesivo, falta de sueño o vaguería», ha declarado Gemma Sansa, coordinadora del Grupo de Estudio de Vigilia y Sueño de la SEN.

Aunque actualmente la narcolepsia no tiene cura, sus síntomas más incapacitantes, como la somnolencia y la cataplejía, pueden tratarse muy eficazmente, ha relatado la experta. Además de experimentar una necesidad imperiosa de dormir, que a veces se puede manifestar en una somnolencia tan repentina e intensa que hace que los enfermos se duerman en las situaciones más insospechadas, el 50% de los pacientes con narcolepsia tienen dificultad para dormir bien por la noche.

El 20% sufre de pesadillas, parálisis y alucinaciones; el 80% presenta conductas automáticas o sonambulismo y un 20% padece trastornos alimentarios, con tendencia a la obesidad. Pero además, un 70% de los casos presentan cataplejía, es decir, episodios de pérdida de tono muscular súbita y reversible que suelen ser desencadenados por emociones como la risa, el enfado, la sorpresa o la felicidad, lo que hace que los pacientes tiendan a intentar aislarse emocionalmente.

“En el caso de los ataques de sueño, tan característicos de esta enfermedad, lo habitual es que se trate de episodios de duración breve, entre 10 y 15 minutos, y que transcurra un mínimo de una hora entre un ataque y otro”, ha explicado Sansa.

Por otro lado, los episodios de cataplejía pueden afectar a toda la musculatura voluntaria, pero también a grupos musculares específicos o simplemente a la relajación o debilidad de algún músculo en concreto, generalmente del cuello, las piernas o la mandíbula.

Aunque los primeros síntomas pueden aparecer a cualquier edad, en la gran mayoría de los casos suelen manifestarse entre los 10 y 25 años. En los últimos años se ha avanzado mucho en la investigación de esta enfermedad. Se sabe que la narcolepsia se produce cuando el cerebro experimenta una reducción del número de neuronas hipotalámicas encargadas de la síntesis de una proteína denominada hipocretina, responsable de mantenernos despiertos.

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