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La industria de la salud en España ha elaborado un protocolo de seguridad y prevención para sus profesionales. Esta iniciativa tiene como motivo la reanudación de actividades científico-técnicas presenciales. Es un hecho previsto en las comunidades autónomas desde la fase 3 de la desescalada. Así lo ha dispuesto en el Plan de Transición a la Nueva Normalidad aprobado por el Gobierno. Gracias a ello, las compañías farmacéuticas y las tecnológicas sanitarias ya han adoptado las medidas necesarias para la vuelta a las interacciones con profesionales sanitarios. Se busca garantizar la seguridad en línea con lo establecido por las autoridades sanitarias.
El pasado 14 de marzo quedaba decretado el estado de alarma. Como consecuencia, quedaron suspendidas todas las actividades de congresos, seminarios, cursos y jornadas científico-técnicas presenciales. Asimismo, la actividad de información científico-técnica de la industria de medicamentos y productos sanitarios. La visita médica y la monitorización de ensayos clínicos se suspendieron para evitar la extensión del Covid-19.
El protocolo elaborado por Farmaindustria ha sido suscrito por hasta diez asociaciones empresariales del ámbito del medicamento: Farmaindustria, Fenin, Aeseg, BioSim, Asebio, Anefp, Aelmhu, AENE, ANDI y FarmaFluid.
Hasta nueve sociedades y consejos generales han aportado en la revisión de las medidas. En concreto, han participado en el protocolo: SEMG, Semergen, Semfyc, Separ, SEMI, Consejo General de Colegios de Médicos, Consejo General de Colegios de Farmacéuticos y Consejo General de Enfermería.
Entre las medidas que recoge el protocolo se indica que los profesionales han de disponer de los medios de protección adecuados
José Ramón Luis-Yagüe, coordinador del documento indica que el objetivo de este protocolo es “asegurar los medios y procedimientos necesarios para que los profesionales puedan realizar su actividad con la máxima seguridad”. Está dirigido a los profesionales de la salud con los que interactúan, a población en general y para ellos mismos. Además añade que “este propósito está en concordancia con el objetivo general del Plan para la Transición a una Nueva Normalidad aprobado por el Gobierno”, sentencia Luis-Yagüe.
Medios adecuados, formación y coordinación con el SNS.
Entre las medidas que recoge el protocolo se indica que los profesionales han de disponer de los medios de protección adecuados. Asimismo poder realizar las pruebas diagnósticas y test en los casos en que están indicados. Sin olvidarse de extremar las medidas de prevención y seguridad. Según el protocolo deben realizar programas de formación en prevención de riesgos frente a la COVID-19. Además de unas buenas prácticas higiénico-sanitarias antes de la vuelta a la actividad presencial.
El Plan de Transición a la Nueva Normalidad trata de colaborar en la identificación, diagnóstico y seguimiento del caso y posibles contactos de riesgo.
El objetivo es disminuir el riesgo de trasmisión del virus. Para ello se ha decidido que los profesionales no entreguen material divulgativo, promocional o científico en soporte papel, salvo que puedan asegurar que no actúa como vehículo de trasmisión.
Por otra parte, como medidas de prevención activa, el protocolo señala que los profesionales de la industria que tengan interrelación con sanitarios deberán tomarse la temperatura antes de trabajar y al regreso. En caso de temperatura superior a 37,5 o presentar síntomas o ser sospechosos no acudirán al puesto de trabajo. Por consiguiente notificarán al servicio médico y comunicarán a los equipos de Atención Primaria y Salud Pública.
El Plan de Transición a la Nueva Normalidad trata de colaborar en la identificación, diagnóstico y seguimiento del caso y posibles contactos de riesgo. Asimismo el protocolo reitera el respeto y cumplimiento, por parte de todo el personal de la industria. Expone las normas o instrucciones de las autoridades sanitarias, especialmente en lo que concierne a la organización de la actividad asistencial y de las que desarrollan los profesionales de la industria
“La situación de alerta sanitaria por Covid-19 ha dado lugar a que se adopten medidas preventivas de salud pública de carácter excepcional”.
Es el proceso de recuperación de la normalidad en la actividad asistencial y de la vuelta a la actividad presencial de los profesionales de la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias. Esta actividad incluye la difusión de la información científica de los medicamentos y productos sanitarios. También busca el asesoramiento sobre los diferentes aspectos de terapia y epidemiología de los medicamentos. La notificación de reacciones adversas y la monitorización de los ensayos clínicos son igual de importantes que las demás medidas.
El coordinador ha reincidido en que “La situación de alerta sanitaria por Covid-19 ha dado lugar a que se adopten medidas preventivas de salud pública de carácter excepcional”. Añade además que “eso es que lo pretendemos desde la industria, proporcionar unas guías, basadas en la evidencia científica y el consenso profesional” hasta avanzar en el descubrimiento de una vacuna que nos devuelva poco a poco a la normalidad tal y como afirma Luis-Yagüe.
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