Cerca del 50% de sanitarios positivos en Covid-19 no disponían de equipos de protección durante su labor asistencial

Según los primeros resultados del estudio Sanicovi

UNED

..Redacción.
En torno al 50% de los profesionales sanitarios infectados por Covid-19 tras su labor asistencial durante la crisis sanitaria percibió que no contaban con equipos de protección individual (EPI) adecuados. Así se desprende del estudio Sanicovi, desarrollado por la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-Instituto Carlos III). Los colectivos profesionales con mayor participación en el proyecto fueron las enfermeras con un 48,3% frente al 29,6% de participación de los médicos.

Los resultados preliminares, publicados en la revista Enfermería Clínica, señalan que los sanitarios contagiados creen que los posibles factores asociados al contagio se refieren a la gestión de la cadena de contagios. Pero también apuntan al uso y adecuación en la disponibilidad de equipos de protección y la efectividad en la realización del lavado de manos.

El objetivo del estudio es aumentar el conocimiento sobre la naturaleza y desarrollo de la epidemia entre las personas especialmente expuestas. Todo ello con el fin de intervenir, proponer estrategias de prevención y minimizar la influencia del virus y la enfermedad entre los sanitarios.

test-covid-19-empresas-diagnosticoEn el 75,7% de casos la realización de pruebas diagnósticas se hizo ante la presencia de síntomas de Covid-19

En el estudio, liderado por la enfermera María Teresa Moreno-Casbas, del Grupo Sanicovi, recomiendan desarrollar estrategias para reforzar la prevención de riesgos laborales respecto a contagio; mejorar la formación de profesionales en EPI; adecuar la dotación de medidas de protección correctas; mejorar la disposición y difusión de protocolos actualizados; reforzar la adherencia a la higiene de manos y ajustar las cargas de trabajo en el contexto asistencial.

Pruebas diagnósticas con síntomas de Covid-19
Los autores recogieron datos, entre el 4 y el 30 de abril, de 2.230 sanitarios que trabajaron en la asistencia a pacientes contagiados por SARS-CoV-2 y que también fueron un caso confirmado de Covid-19. En la mayoría de estos casos, el 75,7%, la realización de pruebas diagnósticas se hizo ante la presencia de síntomas de Covid-19. Además, la mitad de los sanitarios encuestados afirmó que también se realizó la prueba a sus contactos.

El estudio observó diferencias en la percepción de disponibilidad de equipos de prevención y protección entre el ámbito hospitalario y atención primaria

Sin embargo, el 12,3% de los profesionales reincorporados tras la infección señalaron que volvieron a su puesto sin haberles hecho un test. En cuanto al ingreso hospitalario por positivo en Covid-19, lo necesitó el 6,1% de los encuestados. Mientras que un 0,4% de la muestra necesitaron asistencia en la UCI.

Por otro lado, un 80,4% señaló que disponían de procedimientos de actuación establecidos sobre Covid-19. La percepción sobre la disponibilidad de medidas de protección “siempre o frecuentemente” es: mascarilla FPP1 en el 57,3% de las respuestas; guantes, 89,5%; jabón, 95%, y solución hidroalcohólica, 91,5%. Con respecto a los EPI. Por último, el estudio observó diferencias en la percepción de disponibilidad de equipos de prevención y protección entre el ámbito hospitalario y atención primaria.

Uso-de-guantesLos autores sugieren que, al inicio de la pandemia, pudo haber profesionales sin un nivel totalmente adecuado de protección

Con respecto a la falta de equipos concretos de protección, se percibió sobre todo en las mascarillas FPP2/FPP3, gafas y EPI completo. Por lo que los autores sugieren que, al inicio de la pandemia, pudo haber profesionales sin un nivel totalmente adecuado de protección.

Actualmente el estudio Sanicovi se encuentra en una segunda fase que se prolongará hasta el final de la pandemia. Por tanto, sus autores insisten en recordar que los datos son preliminares “y cuentan con algunas limitaciones en la recogida y análisis de información”. Algunas de esas limitaciones son la variabilidad de respuesta por CC. AA., una tasa de respuesta no muy alta y el propio sesgo que supone obtener respuestas sólo de profesionales contagiados.

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