La Traviata, una ambiciosa propuesta del Real en versión de concierto semiescenificada

La Traviata
Fotografía. Javier del Real

..Luis H. Serrano.
Con una inversión inicial de 340.000 euros destinados a la seguridad clínica de espectadores e intérpretes, el Real recupera uno de los títulos de su programación inicial; La Traviata de Giuseppe Verdi que, con 27 funciones que se desarrollarán a lo largo de todo el mes de julio, contarán con cinco Violetas y cuatro Alfredos que darán curso a esta especial versión semiescenificada de Leo Castaldi realizada con vestuario y elementos   ya utilizados en otras ocasiones, servirán para reabrir el Teatro; Nícola Luisotti y Luis Méndez Chaves se alternarán en la dirección musical. Las medidas generales de seguridad afectarán tanto a los intérpretes vocales como a los instrumentales, para ello   las distancias en el escenario han estado perfectamente señalizadas en el suelo y el foso, que ha sido ampliado al máximo para la debida separación entre los integrantes de la orquesta.

Como de sobra se conoce, por diversas razones, completamente ajenas a la gran valoración artística que la sentimental y dulce obra de Verdi encierra en todo su recorrido musical, su estreno el 6 de marzo de 1853 en La Fenice de Venecia fue un auténtico fracaso.  Presentada por primera vez en el Real el 1 de febrero de 1855, La Traviata ha sido siempre el título que más ha atraído a todos los espectadores, especialmente a las mujeres, como en su día indicó la soprano Fiorella Burato, que junto a Alfredo Kraus la interpretó en el Teatro de la Zarzuela en una de sus conocidas temporadas ocasionales de ópera, “nadie como una mujer para apreciar y valorar como merecen los sentimientos de otra como Violeta Valery. Una figura tan patética, mundana y ligera, que se transforma a través de un amor capaz de realizar un sacrificio tan señalado como el suyo, que no vuelve a repetirse en Verdi hasta treinta y cuatro años más tarde, concretamente en 1887, cuando en su Otello recuerda con otro carácter el sentido de la pureza de un amor como el de Desdémona, arropada por una orquestación impresionista llena de una espiritualidad y sensibilidad fuertemente dramática, difícilmente de olvidar.

La emocional y delicada música de La Traviata brillará de nuevo en el Real durante el mes de julio con ventisiete representaciones.

Su argumento pudiera ser el reflejo de una historia real vivida por el novelista Alejandro Dumas, jr. que, realmente, tuvo un corto amor con una conocida, joven y bella, prostituta de París, que murió también por la misma causa a los 24 años.

Otro de los aspectos importantes de La Traviata que conviene recordar es su exquisita sensibilidad para mostrar de la mejor manera posible no  solo el peculiar amor que Violeta siente por el sufrido Alfredo Germont, que tanto impresiona a los partidarios de  este título y, especialmente, a las mujeres, que quedan siempre emocionadas cuando contemplan que la pobre Violeta solo encuentra comprensión en los hombres y,  de ellos, solo dos y, al final, cuando la  enfermedad se ha aferrado a su cuerpo para situarlo irremediablemente al borde de la muerte. Una muerte descrita musicalmente de forma tan bella como solo sabe hacerlo el maestro Verdi, que acostumbra a describir la muerte en el amor con una melodía llena de un gran movimiento interior, dotada de un sentimiento lleno de esa sensualidad con la que el compositor, no el libretista, ha preferido que finalice la obra.

Puesta en escena
A pesar del carácter tan especial con que ahora se ofrece la obra, cargada de forzadas limitaciones como la reutilización de numerosos elementos procedentes del fondo escénico del Real, hay que añadir la no utilización de la producción con que en principio se iba a presentar procedente del Festival de Salzburgo preparada por Willy Decker y la obligada ausencia de Plácido Domingo – tan habitual desde hace varias temporadas durante  estas fechas en el Real -, Leo Cascaldi se ha preocupado mucho de que en todo momento los protagonistas puedan transmitir con el mayor verismo posible lo que sienten el alma y el corazón de unos personajes tan complejos como Violeta Valery y Alfredo Germomnt, interpretados alternativamente, como ya se ha indicado, por un extenso y variado elenco, del que cabe destacar las serenas voces y el buen hacer dramático de Marina Rebeca y Michael Fabiano, así como de Artur Riccinski (Giorgio Germomnt) uno de los más aplaudidos.

Para su emisión en la segunda quincena de julio, TVE, Movistar y el Teatro Real realizarán una coproducción audiovisual

Tanto Luisiotti como Méndez Chaves, apoyados en la habitual entrega de la Orquesta y el Coro titulares del Teatro, han realizado una cuidada y aceptable versión del título que cierra definitivamente esta particular y alterada temporada operística del Real, que fue muy apoyada por las autoridades políticas presentes en la jornada inaugural. La ocasión lo merecía.

Para su emisión en la segunda quincena de julio, TVE, Movistar y el Teatro Real realizarán una coproducción audiovisual que se integrará posteriormente en el catálogo de MyOperaPlayer.

Como en otras ocasiones, en colaboración con diversas Instituciones, el Teatro Real ha organizado una serie de actividades culturales paralelas.

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