Al menos el 60% de la población debería usar las apps de rastreo para detener los contagios

Expertos del CSIC apuestan por su uso para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus

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..Cristina Cebrián.
Controlar la expansión de los contagios y brotes de coronavirus es uno de los principales objetivos de las aplicaciones (apps) de rastreo y seguimiento de contactos. Además, puede ayudar en la contención de futuros brotes de Covid-19. Pero, para lograrlo, se necesita generar y disponer de información de calidad suficiente y actualizada sobre la propagación de la enfermedad. Por otro lado, hay que implementar medidas a tiempo real tanto de contención epidemiológica como de rastreo de casos positivos entre la población.

Estas son algunas de las recomendaciones incluidas en el informe Una visión global de la pandemia de Covid-19, publicado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los autores del capítulo dedicado a las apps de rastreo, Frederic Bartumeus y Lara Lloret, insisten en ofrecer a la población “instrucciones claras y contrastadas sobre las líneas de actuación y el establecimiento de reglas de comportamiento para minimizar el riesgo”.

intercambio-de-conocimientoPara garantizar que cada usuario de las apps de rastreo esté informado con precisión sobre todos sus contactos, su uso tendría que ser mucho mayor

Pero, para que estas aplicaciones puedan detener el contagio, algunas estimaciones hablan de que deberían utilizarlas al menos el 60% de la población. En cambio, los expertos del CSIC lo consideran un porcentaje difícil de alcanzar. Entre otros aspectos, porque para garantizar que cada usuario esté informado con precisión sobre todos sus contactos, en lugar de solo algunos de ellos, la adopción tendría que ser mucho mayor. “Sin una adopción muy amplia, estos sistemas corren el riesgo de ser inútiles o incluso peligrosos”, advierten.

Prevenir comportamientos de riesgo
Uno de los proyectos de investigación que realiza el CSIC se centra en el análisis de datos de telefonía móvil anonimizados. Con ello, trabajan en el desarrollo de una app para estudiar aspectos de movilidad y distanciamiento social, en base a encuestas geolocalizadas y trayectorias GPS. También pretenden ayudar a prevenir comportamientos de riesgo entre la ciudadanía. Por ejemplo, con la activación de avisos en determinados contextos de riesgo.

“El uso adecuado de estas metodologías puede reforzar un círculo virtuoso de confianza entre ciudadanía, científicos y sanitarios”

El uso adecuado de estas metodologías puede reforzar un círculo virtuoso de confianza entre ciudadanía, científicos y sanitarios. Algo que es clave para aplacar la epidemia de forma ágil y sostenible en el tiempo”, indican los autores. Además, señalan que este tipo de iniciativas, complementarias al uso de apps de rastreo, “pueden ser relevantes con la expectativa de un periodo de rebrotes sostenido en el tiempo”.

médicos-testLimitaciones de las apps de rastreo
Los investigadores recuerdan que la recopilación de datos sobre movilidad ciudadana, distanciamiento social y los contactos entre personas ayuda a definir modelos epidemiológicos de distinta índole. Estos pueden ser estadísticos, mecanísticos y algorítmicos. Estos modelos “permiten comprender cuál es el origen de la incertidumbre asociada a dichas predicciones, siendo este el primer paso para reducirla”, explican.

Así, los datos y modelos epidemiológicos “son cruciales” para informar en dicha planificación. Aunque los autores advierten de que esa planificación debe cubrir dimensiones económicas, sociales, y de bienestar individual que los modelos epidemiológicos ignoran o simplifican sobremanera.

La velocidad de desarrollo de una app de estas características se asemeja al desarrollo de una vacuna porque implica una serie de fases

Sin embargo, estas apps de seguimiento también presentan algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta. En primer lugar, pueden producirse errores y sesgos en los datos recopilados, debido a las distintas versiones de hardware y software que existen en el mercado. Asimismo, al valerse de la tecnología bluetooth para medir la proximidad entre móviles, pueden aparecer interferencias provocadas, por ejemplo, por la presencia de objetos entre medias.

Por otro lado, la velocidad de desarrollo de una app de estas características se asemeja al desarrollo de una vacuna, tal y como explican los autores del informe. Al igual que en una vacuna, el desarrollo tecnológico implica una serie de fases que van desde una idea, pasando por una serie de test en laboratorio y pilotos en “campo”; hasta llegar a su máxima operatividad y/o funcionalidad”, detallan. Aunque en el caso de la aplicación móvil su escalabilidad es muchas más rápida y directa que las vacunas.

Para Bartumeus y Lloret la mayor limitación a estas aplicaciones no es tecnológica sino humana. En este sentido, “si solo una pequeña proporción de personas con las que un usuario entra en contacto está utilizando la aplicación, esta no tiene valor o incluso es dañina”, comentan. De hecho, en este caso las indicaciones de la aplicación serán muy inexactas e incluso podrían infundir una falsa sensación de seguridad.

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