Ingresa en prisión el falso médico condenado a cuatro años y medio de prisión por intrusismo y estafa

Falso médico

..Redacción.
El falso médico ferrolano José Manuel López Pérez, conocido como Coté, ha ingresado en prisión. Fue condenado por el Tribunal Supremo el pasado mes de mayo a cuatro años y medio de cárcel por intrusismo y estafa. En total estuvo más de seis meses ejerciendo la medicina en la Clínica Vinarós de Castellón en el año 2009. Su socio de la clínica, Frederic Gisbert Aragó, también ha ingresado en prisión según recoge Europa Press.

La Asociación de Afectados de Intrusismo Médico-Sanitario recuerda que al falso médico ferrolano todavía le queda pendiente otro juicio. Se trata de uno relacionado con la clínica de Ferrol y Viveiro, por delitos de homicidio, lesiones, estafa, blanqueo de capitales, intrusismo y falsedad documental.

El falso médico estuvo ejerciendo más de seis meses en la Clínica Vinarós de Castellón en el año 2009

El juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña está previsto que se celebre en 2021, cuando se cumplirán casi 13 años desde su detención. En total ha sido suspendido en dos ocasiones, la última en abril por la incidencia de la pandemia. El Ministerio Fiscal solicita penas que superan los 300 años de cárcel.

Sentencia del supremo
La sentencia del Tribunal Supremo condena a 4 años y 6 meses de prisión por delitos de intrusismo y estafa al falso médico. También a su socio sin la titulación requerida para ejercer como médicos, por engañar a una veintena de pacientes en un centro en Vinaròs.

Allí, ambos se presentaban como médicos, examinaban a los pacientes, diagnosticaban enfermedades de todo tipo y prescribían tratamientos diversos. Llegaron incluso a prescribir tratamientos con células madre, trasplantes y cirugías no menores.

Coté ejerció en Ferrol y luego se trasladó a Vinaròs. En su caso, el alto tribunal aumentó su pena de los 2 años y 9 meses a los 4 años y medio “al estimar la agravante en el delito de estafa de haber recaído el engaño en un bien de primera necesidad como es la salud“. También elevó la pena por el mismo motivo de Frederic Gisbert, desde los 2 años y 9 meses a los 4 años y medio; así como de su mujer, María Josefa Álvarez Aragón.

La mujer realizaba funciones de recepcionista, y que como cómplice de intrusismo y estafa es condenada a 2 años y un mes de prisión. El Supremo reconoció indemnizaciones por un total de 137.000 euros para 22 perjudicados. 110.000, 5.000 por cada uno de los afectados, corresponden a daño moral, y el resto a dinero satisfecho por los tratamientos, que en la mayoría de los casos fueron absolutamente ineficaces.

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