Dr. Angel Gil: Si tenemos buena salud pública podemos hacer una predicción mejor de lo que nos puede venir

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..Redacción.
El Dr. Angel Gil es catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos. También es presidente del Consejo Científico Asesor de La FIIBAP Investigación e Innovación Biomédica de Atención Primaria. Por otro lado, Angel Gil es director de varias Cátedras de Investigación, entre las que se encuentran la Catedra de Innovación y Gestión Sanitaria.

Como experto, el Dr. Angel Gil ha atendido a iSanidad una vez que participó en la jornada La sanidad que viene: Retos y tendencias en la era del Covid-19.

¿Qué ha sucedido para que nuestro sistema sanitario deje de ser de los mejores del mundo?
Yo creo que sigue siendo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. El mundo es muy grande y hay muchísimos países. España tiene un sistema sanitario que creo que responde bien. Responde bien a lo que tenemos en el día a día, tenemos hospitales que responden bien ante los pacientes agudos, responde más o menos bien ante la estrategia de cronicidad. Pero hemos visto que es sensible a las situaciones de crisis o críticas como puede ser una pandemia. Para esto sí nos tenemos que preparar porque las pandemias pueden aparecer en cualquier momento. Nos pueden pillar desprevenidos, tenemos que estar preparados para ello. Y esto es lo que ha puesto de manifiesto esta pandemia.

Dr. Angel Gil: Si queremos realmente presumir de que tenemos un buen sistema sanitario tenemos que tener los recursos materiales y humanos necesarios para ello

Es verdad que cuando decimos que un sistema sanitario es bueno, se mide por su eficacia. La eficacia del sistema es evidente en nuestro país. Pero hay un parámetro más que es la eficiencia, y nosotros salimos bien posicionados en eficiencia. Somos un sistema muy eficiente porque la relación coste-efectividad determina que es así. Pero es a expensas de salarios quizás no adecuados, de pocos recursos humanos y a veces de falta de medios. Y eso es lo que ha sucedido.

Creo que esta pandemia ha puesto de manifiesto todo esto. Y si queremos realmente presumir de que tenemos un buen sistema sanitario tenemos que tener los recursos materiales y humanos necesarios para ello.

¿Ayudaría integrar las actividades de la sanidad pública y las de la sanidad privada?
Por supuesto. Creo que ese discurso de lo público y lo privado ya es, en gran medida, obsoleto. Creo que tenemos muchos sistemas de gestión, mismamente en mi universidad tenemos cuatro hospitales universitarios y cada uno funciona de una forma y tiene una gestión diferente. Tenemos fundaciones, empresas públicas, hospitales públicos de gestión privada y hospitales públicos-públicos. Están conviviendo todos ellos. Todo funciona y todo funciona adecuadamente bien. Lo que tenemos que entender en base a la crisis que tenemos a nivel de la pandemia, la sanidad privada se ha implicado y ha arrimado al hombro, diciendo “aquí estoy y contad conmigo para todo lo que haga falta”. Pero no sólo en eso, nuestra sanidad privada también nos permite desbloquear las listas de espera en el sistema público. Hay temas como cataratas, prótesis, etc. Lo que tiene que haber es una mejor coordinación para que la integración sea clara y transparente y no haya dudas de ningún otro ámbito.

Dr. Angel Gil: “Ese discurso de lo público y lo privado ya es, en gran medida, obsoleto”

¿Hay un problema de inversión en salud pública?
Sí, de forma coloquial decimos que la salud pública es la hermana pobre del sistema sanitario y tiene que dejar de serlo. Cada vez se le han ido dando más competencias y el presupuesto no ha ido subiendo. Creo que de las cosas que hay que revisar en nuestro sistema sanitario es que necesitamos una salud pública fuerte y con los recursos necesarios. Necesitamos direcciones generales de salud pública potentes, fuertes, robustas

Hay que pensar que la salud pública, que incluye la vigilancia epidemiológica, los servicios de epidemiología la calidad asistencial, la seguridad del paciente y para todo esto necesitamos los recursos para poder la respuesta necesaria. Si no, nos podemos ver en situaciones como ésta que vemos los casos de una pandemia cuando la tenemos ya encima. Veo que si tenemos una buena salud pública, un sistema robusto de salud pública, podemos hacer una predicción mejor de lo que nos puede venir. En las medidas de salud pública está todo lo que tienen que ver con la prevención y la promoción de la salud. Y, hay que invertir en prevención y promoción de la salud.

“De forma coloquial decimos que la salud pública es la hermana pobre del sistema sanitario y tiene que dejar de serlo”

Ahora estamos hablando de la importancia de la mascarilla, de mantener la distancia social, y esto vale para la gripe, para el Covid, para las bronquiolitis que ahora empiezan a desarrollar los niños, para la neumonía y para todas las enfermedades infecciosas de tipo respiratorio, Y vale también para saber que las vacunas que estamos poniendo son eficaces, son efectivas y son seguras. Yo diría, que estamos destinando en torno al 1 % del gasto sanitario que se invierte en salud pública. Creo que una inversión que esté más cerca del 2 % sería mucho mejor.

¿Qué medidas de salud pública se han dejado de lado en los últimos años y nos han traído hasta la situación que tenemos ahora?
Creo que se ha descapitalizado mucho en recursos materiales y humanos y hay que darle la importancia que tiene. Hay que pensar, por ejemplo, que en el MIR las plazas que salen para medicina preventiva de salud públicas son poco año tras año. Posiblemente haya que incrementarlas y haya que dotar muchos servicios en muchos hospitales. Los servicios de preventiva en muchos hospitales son unipersonales, hay una persona, es solo un preventivista. Aunque es cierto que luego tiene apoyo de enfermería o de otros colectivos sanitarios, pero son grupos o servicios muy pequeños Necesitan más gente porque hay que hacer vigilancia epidemiológica.

Dr. Angel Gil: Creo que se ha descapitalizado mucho la salud pública en recursos materiales y humanos

Todas las estrategias que tenemos ahora de septicemia cero, de lavado de manos, de reducción de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, la seguridad del paciente, la calidad asistencial, hay montones de cosas que se han ido añadiendo a la cartera de servicios de la medicina preventiva y salud pública. Y también hay compañeros de salud pública que están en la red de atención primaria apoyando diferentes tareas de vigilancia, control, prevención y promoción. O se dota de recursos para que se pueda llevar a cabo o difícilmente lo podremos hacer.

¿Hasta qué punto es eficaz para detener la expansión de nuestro famoso coronavirus el toque de queda o los confinamientos perimetrales?
Estamos ante una pandemia que no afecta a La Rioja, Madrid, Andalucía… Nos afecta a todos por igual en mayor o menor medida, aunque Canarias quizás en una situación menor porque ya el hecho de vivir en una isla ayuda a ese confinamiento evidentemente. Pero al margen de eso tenemos que tener presente que hace falta un líder, un liderazgo del ministerio de sanidad en situaciones de pandemia, para eso está el gobierno. El gobierno está para cohesionar y para armonizar lo que se hace en comunidades autónomas. Ante una situación de pandemia tiene que liderar todo ese proceso y yo creo que eso es fundamental. Si liderar pasa por tomar un toque de queda pues bienvenido sea, pero claro, un toque de queda de 12:00 de la noche a 6:00 de la mañana, realmente tiene un efecto muy relativo.

“Tengo algunas dudas de que un toque de queda de seis horas por la noche y un confinamiento perimetral vaya a ser efectivo”

Yo creo que lo del toque de queda es interesante porque suena muy duro y nos hace ver que estamos ante un problema real. Sinceramente, si hubiéramos hecho a primeros de septiembre un confinamiento mucho más fuerte, no perimetral, sino fuerte en las 2-3 primeras semanas de septiembre, a lo mejor la situación sería distinta ahora. Tengo algunas dudas de que un toque de queda de seis horas por la noche y un confinamiento perimetral vaya a ser efectivo. ¿lo va a ser? Sí, lo va a ser, pero de una forma muchísimo más lenta. La pandemia tiene una implicación económica brutal, pero para poder ayudar a resolver el tema económico, necesitamos medidas contundentes, fuertes. Es algo que ya hemos visto. Cuando se ha hecho el confinamiento en la primera oleada, hemos llegado a finales de mayo a cifras realmente buenas.

Tal vez deberíamos haber hecho algo parecido a primeros de septiembre. Lo que se está pidiendo, y lo que se está haciendo, de perimetrar no solo zonas básicas de salud sino perimetrar provincias o comunidades autónomas pone de manifiesto que hace falta un confinamiento real de todos en un periodo que tiene que ver con el periodo de incubación de este virus o un poco mas, de 2-3 semanas y que permitan bajar el impacto que se está teniendo sobre el sistema sanitario para rebajar las hospitalizaciones, UCIs, muertes, etc.

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