La Fundación Tecnología y Salud aborda las tecnologías que acompañan a la mujer a lo largo de su vida

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..Redacción.
De entre las más de 500.000 referencias de productos sanitarios existentes, la Fundación Tecnología y Salud ha realizado una recopilación de aquellos que más se utilizan en la actualidad para diagnosticar y tratar la cincuentena de problemas de salud propios de la población femenina. Este trabajo se ha materializado en el monográfico El Valor de la Tecnología Sanitaria en las Edades de la Mujer. Su presentación coincidió con el Día Internacional de la Mujer.

“Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que las innovaciones tecnológicas sanitarias cuidan de la mujer a lo largo de toda su vida. En las últimas décadas, este tipo de tecnología ha permitido no solo lograr grandes avances en el campo de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el control de sus dolencias, sino que además ha posibilitado que las mujeres se mantengan sanas y activas durante mucho más tiempo, un hecho de alto impacto también en el ámbito social y laboral”, señala Margarita Alfonsel, secretaria del Patronato de la Fundación Tecnología y Salud.

El objetivo de este monográfico es aumentar el conocimiento de la población sobre la Tecnología Sanitaria, con un lenguaje accesible. Este objetivo se alinea con la campaña #TecnologíaParaVivir emprendida en 2020 por la Federación de Empresas Españolas de Tecnología Sanitaria, en colaboración con la Fundación.

El monográfico El Valor de la Tecnología Sanitaria en las Edades de la Mujer selecciona aquellas innovaciones con más impacto en la mujer

“Qué duda cabe que la tecnología sanitaria desempeña un papel más que relevante en el cuidado de la salud de la mujer, ya que la acompaña a lo largo de las diferentes etapas y patologías de su vida, un hecho que impacta decididamente a todos los niveles y que, por lo tanto, debería conocerse por el conjunto de la población”, destaca el presidente de esta entidad, el Prof. Fernando Bandrés.

Tecnología sanitaria para las mujeres jóvenes
El monográfico explica la ayuda que han supuesto técnicas y tecnologías como la ecografía, la laparoscopia o el instrumental quirúrgico en las enfermedades ginecológicas más comunes como la endometriosis, los miomas, pólipos intrauterinos y las “varices pélvicas”. El documento también destaca la tecnología implicada en la anticoncepción. Asimismo, describe la tecnología implicada en los problemas de infertilidad, como los tests de embarazo y ovulación, el inmunodiagnóstico de la hormona antimulleriana o las técnicas de reproducción asistida.

El control y seguimiento del embarazo también requiere de numerosas técnicas y productos tecnológicos. Igualmente, en el parto, postparto y lactancia, la tecnología sanitaria desempeña un papel fundamental, con los sistemas de monitorización, el instrumental quirúrgico, la extracción y conservación de sangre del cordón umbilical, la terapia de control de temperatura, la prueba del talón o los extractores de leche. En las enfermedades de transmisión sexual, resultan clave los preservativos, los análisis de sangre, los tests de autodiagnóstico (VIH) o el diagnóstico molecular (clamidia).

La tecnología sanitaria es un aliado indispensable para la salud de la mujer joven, madura y mayor

Los problemas de la columna vertebral son otras de las afecciones que pueden sufrir mujeres jóvenes. Ante este problema cuentan con equipos de diagnóstico y tratamiento quirúrgico y no quirúrgico.

Patologías e innovaciones, en la edad madura
La tecnología sanitaria es un aliado indispensable para la salud de la mujer madura. Permite diagnosticar precozmente, cronificar y aumentar la supervivencia de enfermedades como el cáncer. En el más frecuente, el de mama, se benefician de técnicas como la mamografía digital o la tomosíntesis e imagen sintetizada, con gran sensibilidad; Sistemas Computerizados de Ayuda al Diagnóstico y de valoración automática de la densidad mamaria para la detección de lesiones, que ya utilizan algoritmos de Inteligencia Artificial; la resonancia magnética nuclear (sin radiación); sistemas de biopsia por vacío (BAV) guiados por mamografía y que están permitiendo extirpar lesiones sin necesidad de cirugía; elastografías, que valoran la dureza de las lesiones; o los tests de marcadores tumorales.

Las herramientas quirúrgicas, los implantes y prótesis externas de mama, así como las prendas de presoterapia para el linfedema, completan el amplio abanico de dispositivos para el cuidado de estas pacientes. También en la edad madura, comienzan a ser más frecuentes las enfermedades cardiovasculares. No en vano, el ictus es la primera causa de muerte entre las españolas y la incidencia de la patología isquémica en mujeres dobla a la de los hombres. Implantes aórticos valvulares transcatéter, válvulas artificiales, angiografías, bombas mecánicas implantables, resincronizadores cardiacos, marcapasos, desfibriladores automáticos implantables, electrocatéteres, ecografías doppler para valorar el estado de los vasos sanguíneos, trombectomía o stents, son algunas de las soluciones para tratar enfermedades como las de válvulas y arterias, la insuficiencia cardiaca, la hipertensión arterial, la trombosis venosa profunda o el ictus.

El monográfico explica la ayuda que han supuesto técnicas y tecnologías como la ecografía, la laparoscopia o el instrumental quirúrgico en enfermedades ginecológicas

En las patologías del aparato urinario, que aparecen comúnmente en la etapa madura, también hay un sinfín de herramientas tecnológicas. La incontinencia urinaria y fecal – que afecta hasta el 75% de las personas en edades avanzadas, sobre todo mujeres, según la Asociación Española de Urología-, así como la retención urinaria encuentran solución en neuroestimuladores y electrodos implantables y en autocateterismos intermitentes. En cuanto a las enfermedades respiratorias abundan las innovaciones que facilitan el diagnóstico precoz y la mejora de la calidad de vida. De igual modo, la diabetes mellitus cuenta con dispositivos indispensables para su diagnóstico y tratamiento.

Mujeres mayores sanas y activas más tiempo
La tecnología sanitaria ha realizado una destacada contribución al aumento de la esperanza de vida de las españolas. La media se sitúa en los 85,8 años, convirtiendo a España en el país europeo donde más se vive.

La osteoporosis tiene una prevalencia del 25% en mujeres postmenopáusicas. Este porcentaje aumenta hasta el 40% entre los 70 y 79 años. Se estima que esta enfermedad causa una fractura en una de cada tres mujeres mayores de 50 años. La densitometría, el test de metabolismo óseo, las prótesis de cadera y rodilla y los implantes para fracturas de huesos son algunas de las tecnologías para hacer frente a esta enfermedad. Por otro lado, el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad de Alzheimer son posibles gracias a los test de determinación de los biomarcadores.

La tecnología sanitaria ha realizado una destacada contribución al aumento de la esperanza de vida de las españolas

El monográfico también recoge las soluciones a los problemas de visión. Además de las gafas o lentes de contacto, las mujeres disponen de cirugía y otras herramientas como gotas, tapones lacrimales, pulsación térmica vectorizada o luz pulsada intensa, además de técnicas avanzadas de diagnóstico, control y seguimiento del glaucoma y de las patologías de la retina más frecuentes (degeneración macular asociada a la edad, edema y agujero macular, membrana epiretiniana, distrofia retiniana, etc.) como la OCT (Tomografia de coherencia óptica), que permite el estudio de cortes histológicos de la retina.

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