Los Hospitales Públicos gestionados por Quirónsalud en Madrid facilitan las herramientas fundamentales para reducir peso y ganar salud

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..Redacción.
Los Hospitales Públicos gestionados por Quirónsalud han puesto en marcha el taller partitivo online ‘Cómo reducir el peso para ganar salud’. Así, el objetivo de este proyecto es transmitir conceptos clave sobre la obesidad y su complejidad, desmitificar ideas erróneas y dar a conocer las múltiples causas de acumular peso. Asimismo, pretende explicar aquellas causas no modificables para aliviar el sentimiento de culpa de muchos pacientes y evitar frustraciones que pueden generarles más ansiedad y un efecto rebote.

Los Hospitales Públicos gestionados por Quirónsalud ponen en marcha el taller online ‘Cómo reducir el peso para ganar salud’

Este taller ya ha celebrado una primera edición y acumula ya más de 3.150 visualizaciones. Además, están previstas nuevas citas a lo largo de los próximos meses. Por otra parte, la sesión formativa está dirigida a pacientes de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba con riesgo cardiovascular, un índice de masa corporal mayor de 30 y alguna patología añadida en la que la pérdida supone un beneficio directo.

La Dra. Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de esta red asistencial y coordinadora del taller, señala que “partimos de la realidad de que no es fácil reducir peso y mantener dicha pérdida, pero es la única opción para ganar salud”. Asimismo, ha añadido que “la disminución del acúmulo de la grasa excesiva mejora sustancialmente, entre otras, patologías tan prevalentes como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la apnea del sueño, la hipertensión, las dislipemias, la diabetes, la patología osteoarticular e inflamatoria y las enfermedades cardiovasculares”.

Tras el consumo de tabaco, la obesidad es la segunda causa prevenible para el desarrollo de cáncer

Por otra parte, la Dra. Teresa Montoya, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Elena,  comenta que la obesidad se asocia a una reducción de la esperanza de vida de hasta 13 años. Además, el exceso de mortalidad de estos pacientes es atribuible fundamentalmente a la enfermedad cardiovascular, 58% del total, diabetes y cáncer. Es, tras el consumo de tabaco, la segunda causa prevenible para el desarrollo de cáncer.

La obesidad es un factor de muy mal pronóstico para el desenlace de enfermedades como la infección por SARS CoV-2. En este sentido, se ha demostrado que incrementa la mortalidad de los pacientes afectados hasta un 300%, especialmente en los jóvenes”, explica la endocrinóloga. También, ha señalando que la pandemia ha favorecido en muchos pacientes un aumento del peso debido al sedentarismo fruto del confinamiento.

Según la Dr. Montoya, la pandemia ha favorecido en muchos pacientes un aumento del peso debido al senderismo fruto del confinamiento

Un abordaje personalizado y multicomponente
El abordaje de la obesidad requiere el reconocimiento de una enfermedad crónica, de etiología multifactorial. Esta enfermedad no depende únicamente del comportamiento del individuo, sino que está regida por múltiples factores: genéticos, fisiológicos, psicosociales, conductuales, nutricionales y ambientales. Por tanto, es necesario contar con un enfoque diagnóstico personalizado y profundo de las causas subyacentes. Además de un tratamiento multicomponente que dote al paciente de todas las herramientas para conseguir un cambio permanente y definitivo en el estilo de vida.

Por este motivo, para materializar el proceso de cambio, la Unidad de Obesidad del Departamento de Endocrinología y Nutrición de estos cuatro centros ha implementado y renovado el proceso asistencial del paciente con obesidad. Basado en la participación activa del paciente, busca mejorar los resultados en salud y la automatización del proceso diagnóstico y terapéutico para agilizar y mejorar el proceso.

El taller busca mejorar los resultados en salud y la automatización del proceso diagnóstico y terapéutico para agilizar y mejorar el proceso

Asimismo, los especialistas de este departamento advierten de las soluciones “mágicas”, que hacen perder peso de forma rápida. Estas llevan inequívocamente a la disminución de la masa muscular y a un efecto rebote a expensas de la masa grasa, logrando así un cambio de la composición corporal hacia un fenotipo más obeso por porcentaje de grasa corporal.

Más que una bajada de peso en sí, lo que realmente interesa son los cambios en la composición corporal”, expone Leticia López Escudero, dietista-nutricionista del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz. Es decir, que el objetivo debería ser disminuir masa grasa y no masa muscular, algo que solo se consigue perdiendo peso de forma progresiva. Por ello, se recomienda una pérdida de entre el 6 y el 10% del peso corporal total en un período de 6 meses. Por ejemplo, una persona de 100 kg debería perder entre 5-10 kilos en medio año.

Leticia López Escudero: “Se recomienda una pérdida de entre el 6 y el 10% del peso corporal total en un período de 6 meses”

Para perder peso de forma saludable, resulta fundamental adquirir buenos hábitos alimenticios y evitar los alimentos más calóricos. En cuanto a los azúcares, se debería limitar su ingesta al contenido presente de forma natural en frutas, verduras y granos íntegros. Además de evitar los refrescos, zumos (incluso naturales) y repostería industrial o casera, así como procesados. “El motivo es que un consumo constante de alimentos que contienen este tipo de azúcares provoca subidas y bajadas de azúcar en sangre.”, señala la nutricionista.

En lo que respecta a la grasa, la recomendación es que suponga entre el 25-35% de las calorías totales de la dieta. En este sentido, se deben elegir aquellas con alto poder antiinflamatorio y antioxidante. “La clave está en moderar su consumo para no exceder las calorías totales. Sin embargo, no debemos restringir en ningún caso ni los hidratos de carbono ni las grasas, sino elegirlos de calidad”, explica.

Por su composición cualitativa, la dieta mediterránea es un gran aliado, ya que previene y mejora la enfermedad cardiovascular actuando directamente sobre sus factores de riesgo como la mejora de la diabetes, dislipemias, presión arterial e incluso el cáncer. Además, por su alto contenido en fibra, ayuda a controlar el apetito en períodos interdigestivos.

Las expertas inciden en adquirir buenos hábitos alimenticios e incrementar la actividad física diaria

La importancia de la actividad física
Asimismo, el incremento de la actividad física diaria resulta crucial para conseguir un balance energético negativo. Este permite aumentar el gasto calórico a la vez que incrementa la masa muscular y, por tanto, el metabolismo basal.

“La recomendación para adultos es de 150-300 minutos semanales a intensidad moderada de actividades aeróbicas o de 75-150 minutos semanales a intensidad más vigorosa, o bien combinaciones equivalentes de ejercicios de fuerza dos días en semana y algún ejercicio de flexibilidad, coordinación y equilibrio para mejorar el equilibrio y prevenir caídas”, señala López. En el caso de una persona de más de 65 años con algún impedimento para la práctica de ejercicio, deberá mantenerse lo más activo posible en su vida diaria. Y, para aquellos que lo precisen, “la última ‘pata del banco’ sería llevar un adecuado control de la ingesta emocional con la ayuda de un experto”, concluye López.

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