..Redacción.
La vacuna contra el Covid-19 provocó respuestas de anticuerpos en casi nueve de cada diez personas que toman inmunosupresores, según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Louis en Estados Unidos. No obstante, sus respuestas fueron solo alrededor de un tercio más fuertes que las de las personas sanas.
El estudio analizó a las personas que tomaban medicamentos inmunosupresores para tratar enfermedades inflamatorias crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis reumatoide. Al no haberse establecido un nivel mínimo de anticuerpos necesarios para la protección, ha sido difícil decir si los niveles alcanzados por las personas que toman medicamentos inmunosupresores son lo suficientemente altos como para protegerlos del Covid-19 grave. El trabajo se ha publicado en ‘Annals of Internal Medicine‘.
La vacuna contra el Covid-19 provoca anticuerpos en el 90% que toma inmunosupresores, según un trabajo de la Universidad de Washington
Recientemente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomendaron que las personas que toman inmunosupresores reciban una tercera dosis de la vacuna para fortalecer sus respuestas inmunes. El hecho de que la vacuna contra el Covid-19 provoque una respuesta en personas con sistemas inmunitarios comprometidos es una noticia alentadora para esta población que se enfrenta a un alto riesgo de enfermedad grave.
“Algunos de nuestros pacientes han dudado en vacunarse, lo cual es lamentable porque tienen un mayor riesgo de tener casos más graves de Covid-19 si se infectan, en comparación con aquellos que no toman medicamentos inmunosupresores. Algunos de ellos están preocupados de que la vacunación pueda hacer que su enfermedad se agrave, pero no hemos visto que eso suceda. Otros no ven el sentido de la vacunación, porque piensan que los medicamentos que están tomando para tratar su condición autoinmune evitarán que produzcan una respuesta inmune a la vacuna”. Así lo explica el co-autor principal Alfred Kim, profesor asistente de medicina que trata a pacientes con enfermedades autoinmunes en el Barnes-Jewish Hospital.
Los CDC recomendaron que las personas que toman inmunosupresores reciban una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 para fortalecer sus respuestas inmunes
Kim estaba preocupado por lo bien que funcionarían en sus pacientes las vacunas contra el Covid-19 cuando se aprobaron. Según estudios anteriores los medicamentos inmunosupresores pueden mitigar las respuestas de las personas a otras vacunas como las de la gripe y las enfermedades neumocócicas. Por este motivo, buscaron determinar como es la respuesta de las personas que toman medicamentos inmunosupresores a la vacuna contra el Covid-19.
La investigación reunió como participantes a 133 pacientes y 53 personas sanas. Los pacientes estaban tomando al menos un medicamento inmunosupresor para diferentes enfermedades. En concreto, para la enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide, espondiloartritis, lupus y esclerosis múltiple. Los participantes proporcionaron muestras de sangre dentro del periodo de dos semanas antes de recibir la vacuna de Pfizer o Moderna y de tres semanas después de la segunda inyección.
Asimismo, los investigadores midieron los niveles de anticuerpos de cada participante. También contaron la cantidad de células productoras de anticuerpos en sus muestras de sangre. Todos los pacientes continuaron con sus regímenes de medicamentos recetados, excepto tres cuyos medicamentos se suspendieron dentro de una semana de la inmunización. Todos los participantes sanos y el 88,7% de los inmunosuprimidos produjeron anticuerpos contra el Covid-19. Sin embargo, los niveles de anticuerpos y el número de células productoras de anticuerpos en el grupo inmunodeprimido fueron un tercio más altos que los del grupo sano.
Ali Ellevedy: “Nadie sabe qué nivel mínimo de anticuerpos se necesita para la protección”
“Nadie sabe qué nivel mínimo de anticuerpos se necesita para la protección. Simplemente no sabemos si las personas que tenían niveles bajos pero detectables de anticuerpos están protegidas o no. Es esa incertidumbre la que justifica la necesidad de una tercera dosis, especialmente porque tenemos estas variantes altamente infecciosas que son capaces de causar infecciones irruptivas incluso entre personas sanas“, señala el coautor principal Ali Ellebedy, profesor asociado de patología e inmunología, de medicina y microbiología molecular.
Dos clases de fármacos condujeron a respuestas inmunitarias particularmente débiles. El 65% de personas que toman glucocorticoides y el 60% de las que toman terapias que reducen las células B desarrollaron respuestas de anticuerpos detectables. Por otro lado, las personas que tomaron antimetabolitos como metotrexato, inhibidores de TNF o inhibidores de JAK no generaron respuestas inmunes significativamente más débiles que las personas que no tomaron esos medicamentos.
Los investigadores se están preparando para seguir al mismo grupo de participantes mientras reciben sus terceras dosis. “Recibir esta dosis adicional puede ayudar a mitigar esta pérdida de respuesta. Es realmente importante que las personas inmunodeprimidas reciban esta dosis para maximizar su capacidad de protegerse del SARS-CoV-2“, han concluido.
