Alfonso González
Apenas setenta y dos horas han bastado para que 6.200 médicos madrileños estampen su firma en la carta que han dirigido al Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en la que le expresan su oposición más directa contra las condiciones, de momento solo anunciadas, de privatización de seis hospitales de la Comunidad, dadas a conocer el pasado mes de octubre por el Consejero Fernández-Lasquetty, alertándole sobre sus negativas consecuencias.
En la redacción de la carta ha tenido un protagonismo destacado Afem, coordinadores de Centros de Salud, así como otros jefes de servicio de hospitales públicos regionales.
Según se indica en la carta, el cambio de modelo de gestión sanitaria que se propone, no ofrece realmente ninguna garantía de ahorro para los pacientes, más bien compromete la calidad y universalidad de la atención sanitaria e introduce a la vez una falta de equidad en el acceso a las prestaciones. Tampoco se facilitan, porque no se conocen, los datos que puedan determinar la cuantía del ahorro concreto que, gracias al cambio de modelo de gestión propuesto, se vaya a obtener. De ahí que, ante la falta de concreción, proceder a una privatización resulta peligroso, o por lo menos, atrevido.
La carta incluye, además, una enumeración de las medidas que el Consejero de Sanidad tomó, desde primeros de año, en el más absoluto silencio y de forma completamente unilateral con la complicidad de los gerentes de los hospitales
A la vista de los datos enumerados en la citada carta. Cierto número de profesionales de Madrid, ha solicitado a las autoridades políticas correspondientes la supresión o retirada del anunciado plan de privatización y que trabajen a favor de una asistencia sanitaria de calidad para todos los madrileños. La carta finaliza sin descartar la posibilidad de que se organicen nuevas movilizaciones, ni la presentación de una denuncia judicial por las irregularidades que se están produciendo.
Como era previsible, la respuesta oficial por parte de Fernández-Lasquetty no se hizo esperar, y ha hecho unas declaraciones en las que ha calificado de auténtica irresponsabildad las intenciones de Afem y de los grupos que se le han unido, al amenazar con la convocatoria de una nueva huelga de médicos cuando se publiquen las bases del concurso, haciendo especial hincapié en que la anterior huelga no logró paralizar nada. Haciendo a su vez especial hincapié en que los paros que se realizaron a finales de 2012, solo consiguieron, según Europa Press, dejar en noviembre y diciembre sin consulta a más de 50,000 pacientes ya previstas, además de que no se pudieran realizar tampoco más de de 6.500 intervenciones quirúrgicas, cuyos graves efectos no han logrado todavía ser asumidos por el sistema sanitario, con lo cual habrá que pensar un nuevo plan que permita asumir ese daño, sin alterar la marcha normal ya establecida en su momento
