Primera evidencia de la existencia de SARS-CoV-2 residual en tejidos extrapulmonares

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Foto: EP

..Redacción.
Los pacientes que superan la infección por Covid-19 presentan residuos de ARN del SARS-CoV-2 en los órganos gastrointestinales y hepáticos durante la fase de convalecencia. Así acaba de desvelarlo una investigación publicada en la prestigiosa revista BMJ. Estos hallazgos constituyen la primera evidencia de virus residual en tejidos extrapulmonares durante la fase de convalecencia, hasta 6 meses después de la recuperación, en un entorno no postmortem.

Según los científicos, pertenecientes al departamento de Anatomía Patológica del Hospital General de Singapore, este hallazgo sugiere una implicación multiorgánica generalizada de la infección vírica. Destacan asimismo que un resultado negativo de un hisopo no indica necesariamente la eliminación completa del virus del organismo. Sobre la base de estos resultados preliminares, los científicos justifican la realización de nuevas investigaciones en una cohorte más amplia para explorar la replicación y la infectividad del virus en muestras de tejido y para comprender la implicación gastrointestinal y hepática en el Covid-19.

Reservorios residuales del SARS-CoV-2
Para realizar el estudio, los investigadores trabajaron con cinco pacientes recuperados de la Covid-19. Estos fueron participando en el estudio entre 9 y 180 días después de haber dado negativo en la prueba diagnóstica del SARS-CoV-2. Utilizando la inmunohistoquímica convencional, detectaron la proteína nucleocápside (NP) del SARS-CoV-2 en el colon, el apéndice, el íleon, las hemorroides, el hígado, la vesícula biliar y los ganglios linfáticos.

Los pacientes que superan el Covid-19 muestran presencia residual de ARN del SARS-CoV-2 en los órganos gastrointestinales y hepáticos durante la fase de convalecencia

En particular, cuando se obtuvieron múltiples tejidos de un paciente, todos mostraban la presencia del antígeno vírico. Curiosamente, en el caso del colon, el antígeno viral sólo estaba presente en las criptas y pólipos colónicos normales, pero no en los tejidos neoplásicos. También se observó una tinción negativa similar en la región tumoral del carcinoma hepatocelular.

Antes que ellos, varios grupos habían notificado el fenómeno de que los pacientes que se habían recuperado de Covid-19 leve o moderada daban posteriormente resultados positivos en hisopos nasofaríngeos o muestras de esputo. Esto hacía pensar en la existencia de reservorios de virus residuales y la posible transmisibilidad en los individuos recuperados. De hecho, aunque la transmisión respiratoria es la responsable de la mayoría de las infecciones por Covid-19, cada vez hay más pruebas de que el Covid-19 causa manifestaciones gastrointestinales y hepáticas.

Residuos de SARS-CoV-2 en pacientes negativos
Para validar estos hallazgos, los científicos utilizaron la inmunohistoquímica convencional y el ARNscopio. De este modo, detectaron, por un lado, la proteína de la espiga del SARS-CoV-2. Por otra parte, intentaron descubrir la presencia de ARN del coronavirus en los tejidos mencionados. Sin embargo, no en todos los pacientes se pudo detectar el ARN viral en los tejidos. Los investigadores consideran que esto es debido, posiblemente, a la mayor tasa de degradación del ARN en comparación con la proteína. También a otros factores dependientes del paciente, como la gravedad de la enfermedad, el tiempo transcurrido desde la recuperación y la tasa metabólica basal.

Algunas células positivas al SARS-CoV-2 se colocaban con el receptor ACE2 y CD68 en el colon y el hígado

La inmunohistoquímica múltiple y la tinción de ARNscopia mostraron que algunas células positivas al SARS-CoV-2 se colocaban con el receptor ACE2 y CD68 en el colon y el hígado. Estas células eran, probablemente, de linaje monocítico y células de Kupffer sinusoidales residentes en el hígado, lo que confirmaba la especulación basada en la morfología celular. “Esto sugiere que el SARS-CoV-2 podría infectar directamente a estas células inmunitarias, como se había informado anteriormente”, comentan los investigadores.

Respuesta inmunitaria al virus en los tejidos
Tras la detección y validación de los antígenos virales en los tejidos, los científicos buscaron si los tejidos albergaban una respuesta inmunitaria al virus. Para ello, realizaron ensayos de estimulación peptídica ex vivo. En ellos, la sangre y los tejidos se incubaron con un cóctel de la nucleocápside, la espiga y las proteínas de membrana virales, seguido de un análisis de citometría de flujo. En particular, se aislaron células T CD38+Granzyme B+CD4+ específicas del SARS-CoV-2 de los tejidos de forma comparable a las muestras de sangre emparejadas. De esta investigación extrajeron que las células T de memoria específicas del SARS-CoV-2 pueden mantenerse tanto en la sangre como en los tejidos durante un periodo de tiempo.

“No obstante, se justifica la realización de más estudios para comparar el microambiente inmunitario tisular antes y después de la infección y para confirmar si las células inmunitarias en la proximidad del antígeno vírico son realmente específicas del SRAS-CoV-2”, apuntan los expertos.

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