“Las Bodas de Fígaro”, de nuevo en el Teatro Real

..Luis H. Serrano.
Después de tres títulos poco conocidos, pero con un gran interés escénico y musical, el Teatro Real da un giro a su programación operística. Así, ha presentado trece funciones de la atractiva obra de Mozart, Las Bodas de Fígaro. Se trata de una producción preparada por Claus Guth en 2006 para el Festival de Salzburgo. Para esta ocasión ha sido recuperada por la Canadian Opera Company, con gran satisfacción para su “parroquia joven”, cada vez más numerosa.

Esta recuperada producción de Las Bodas de Fígaro está realizada en colaboración con el Festival D’Aix -en -Provence. Además, está dirigida musicalmente por Ivor Bolton y Guth en la faceta escénica. Junto a ellos están el Coro y la Orquesta titulares de la Institución y un doble elenco de gran calidad.

El Teatro Real ofreció por primera vez Las Bodas de Fígaro el 12 de febrero de 1903

Considerada como una ópera bufa en cuatro actos, está basada en el libreto en italiano del escritor Lorenzo Da Ponte (1749-1839). Está centrado, a su vez, en la obra de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais: La folle journée ou le mariage de Figaro. Fue Compuesta por Mozart entre 1785 y 1786 en poco más de seis meses.

Su estreno tuvo lugar en Viena el 1 de mayo de 1786 bajo la dirección del propio compositor. El Teatro Real ofreció por primera vez Las Bodas de Fígaro el 12 de febrero de 1903. Pronto se convirtió en una de las obras más repetidas a lo largo de sus diferentes programaciones operísticas. La obra está considerada como una de las mejores creaciones de Mozart, así como de las óperas más importantes de la historia de este género.

Las Bodas de Fígaro es considerada como una ópera bufa en cuatro actos

Con este título se inició una estrecha colaboración entre Mozart y el conocido libretista judío Lorenzo Da Ponte. De hecho, se convirtió en una de las más fructíferas colaboraciones de la historia de la ópera porque de ella surgieron obras maestras como Las bodas de Fígaro, Don Giovanni y Così fan tutte.

Las Bodas de Fígaro
La trama se desarrolla en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XVIII. Su acción transcurre en el viejo palacio del Conde Almaviva. Este personaje, a pesar de estar casado con Rosina, la condesa, pretende obtener los favores de la joven Susanna, la prometida de Fígaro.

Musicalmente es un título que atrae desde la obertura, gracias a ese particular atractivo con el que Mozart confirma el alto nivel musical alcanzado con títulos anteriores. Dada la problemática argumental de su libreto en el que se alude el tema de la infidelidad matrimonial, la ópera fue prohibida en principio por el emperador Francisco José II de Austria.

El Conde Almaviva, a pesar de estar casado pretende obtener los favores de la joven Susanna, la prometida de Fígaro

Sin embargo, poco más tarde, volvió a autorizarse y estrenarse también con disparidad de criterios. Solo el paso del tiempo la situó en el lugar que verdaderamente le corresponde. Es una de las óperas más destacadas del repertorio operístico estándar, que le lleva a figurar con el número 5 de las listas de Operabase dedicadas a las óperas más representadas en todo el mundo durante el período 2005-2010.

Puesta en escena
Desde los primeros compases se percibe que Bolton deseaba ofrecer una concepción realmente sugestiva de esta ópera. En Las Bodas de Fígaro, Mozart reafirma la elocuencia que alcanzó con su anterior Idomeneo, re di Creta, Kv.366.

La puesta en escena de Guth ofrece dos novedades, no muy acertadas; elegir los ambientes menos atractivos de un palacio caduco, que resultan fríos y lejanos para la movida acción en que transcurre la obra y crear un nuevo personaje, el ángel. Una figura muda, entrometida y exigente que no ayuda a comprender los variados deseos y sentimientos de los protagonistas. En definitiva, un personaje innecesario que nada aporta.

Guth ha incluido un nuevo personaje, una figura muda, entrometida y exigente que no ayuda a comprender los sentimientos de los protagonistas

Bolton, que con esta producción dirige por séptima vez en el Teatro Real un título de Mozart, ha desarrollado un trabajo algo difuso con la orquesta, el coro y los componentes del doble elenco. Cabe destacar al barítono italiano Andre Schuen (Conde) y a la soprano granadina Mª José Moreno (Condesa) por la brillantez y equilibrio de sus voces, así como por su expresividad en la parte escénica. El vídeo de Muller, alusivo al jardín, resultó demasiado minimalista y ligero, a pesar de la importancia que este espacio tiene en el argumento general de la obra.

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