Dr. Raúl Martínez: “Probablemente, las enfermedades neurodegenerativas serán la otra ‘pandemia’ de nuestra generación”

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..40 Jóvenes Profesionales.
El Dr. Raúl Martínez es investigador clínico y neurólogo. Tras especializarse en algunos de los centros más prestigiosos a nivel mundial, actualmente coordina el programa de terapias avanzadas para trastornos del movimiento en el Centro Integral de Neurociencias AC HM Cinac, ubicado en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, un centro de referencia mundial en el abordaje terapéutico mínimamente invasivo de las manifestaciones motoras de la enfermedad de Parkinson mediante ultrasonidos de alta intensidad (HIFU).

De hecho, el Dr. Raúl Martínez es el autor principal de un estudio que demuestra la seguridad y eficacia de la subtalamotomía por HIFU para el tratamiento de las manifestaciones motoras de la enfermedad de Parkinson. Los resultados de este estudio se publicaron en la prestigiosa revista científica ‘The New England Journal of Medicine’, convirtiendo al doctor Martínez en uno de los pocos investigadores menores de 40 años que ha publicado en ella como autor principal. Además, ha recibido distintos premios nacionales e internacionales, como el Premio Junior Award 2017, que concede la Parkinson Disease and Movement Disorders Society (MDS). Para el Dr. Martínez, la investigación y la labor asistencial se complementan y enriquecen mutuamente.

Según el Dr. Raúl Martínez, investigar te convierte en un mejor médico  clínico y viceversa

¿Cómo era el día a día de un neurólogo durante las primeras semanas de la pandemia?
Pues lo primero fue dejar de ser neurólogo y convertirme en médico de enfermedades infecciosas, ya que en los hospitales prácticamente solo había pacientes infectados por SARS-CoV-2. En lo relacionado con el aislamiento, los miedos etc. lo viví como el resto de personas, aunque, quizás, con algo más de tensión por ser plenamente consciente del desconocimiento que teníamos respecto a cómo iba a evolucionar la pandemia (y por la situación de cada paciente infectado). De todos modos, en esa época agradecí ser médico por poder estar ayudando en un momento histórico semejante.

Dos años después, ¿se ha vuelto a la normalidad? ¿Qué cosas cambiaron y ahora están implantadas dentro de su actividad cotidiana?
La verdad es que poco a poco la situación va siendo parecida a la previa a la pandemia. En nuestro ámbito los cambios más visibles son el uso de la mascarilla en cualquier actividad y la necesidad de realizar pruebas de PCR de manera rutinaria.

Un aspecto menos visible han sido las consecuencias que la pandemia ha tenido en los pacientes con enfermedades crónicas. Aquellos que requerían seguimiento médico o ajustes terapéuticos lo han tenido muy limitado. Si a eso le sumamos la menor actividad física y cognitiva y los aspectos emocionales derivados de la situación, el resultado es que casi todos los pacientes han presentado cierto empeoramiento en sus enfermedades. Ahora estamos viendo las consecuencias de esta situación e intentando revertirlas.

A nivel socio-sanitario, hay que dar visibilidad, normalizar la enfermedad y aportar medios de apoyo

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan de cara al tratamiento de la enfermedad de Parkinson?
El reto principal es conseguir que las personas que padecen la enfermedad de Parkinson puedan tener una vida plena y sin ninguna limitación. Eso en mi opinión requiere avances fundamentalmente en dos esferas: la de investigación y la socio-sanitaria.

En cuanto a  investigación científica, debemos lograr entender mejor las causas de la enfermedad para poder desarrollar tratamientos que enlentezcan su progresión. En segundo lugar, a nivel socio-sanitario, hay que dar visibilidad a estos pacientes y normalizar la enfermedad. Además, es necesario aportar medios de apoyo, tanto médicos como económicos, etc. a los pacientes y a sus familiares. Esto va a ser un reto que nos implica a todos porque, probablemente, las enfermedades neurodegenerativas serán la “otra pandemia” de nuestra generación.

¿Qué ventajas aporta el tratamiento de la enfermedad de Parkinson mediante ultrasonidos focalizados de alta intensidad o HIFU?
La gran ventaja de los ultrasonidos focalizados de alta intensidad, (HIFU por sus siglas en inglés) es que, de manera mínimamente invasiva, permite mejorar aspectos clínicos de la enfermedad que en ocasiones la medicación no controla adecuadamente. Hasta hace poco la única opción en pacientes que no estaban suficientemente bien con fármacos esa la estimulación cerebral profunda, un tratamiento altamente eficaz pero que precisa una intervención quirúrgica en el cerebro. El HIFU es una alternativa menos invasiva.

Dr. Raúl Martínez: “Nuestro reto principal es que las personas con las enfermedad de Parkison puedan tener una vida plena y son ninguna limitación”

¿Cómo se imagina su sistema nacional de salud ideal? ¿Qué cuestiones considera imprescindibles?
Para mí, el sistema de salud ideal sería uno con cobertura universal, que invierta en investigación científica y valore a los profesionales que la realizan y con una gestión eficiente que permita su sostenibilidad. Quizás sea pedir mucho, pero las tres cosas me parecen imprescindibles.

¿Cómo se imagina su situación profesional dentro de 10 años?
Me gustaría poder seguir compaginando investigación con la asistencia a pacientes, algo difícil de conseguir en España. Yo creo que investigar te convierte en un mejor médico clínico y viceversa. Ver pacientes te permite tener más claras las prioridades en investigación. De todos modos, no soy capaz de verme dentro de 10 años. Una cosa que he ido aprendiendo, y más con la pandemia, es que tú puedes marcarte un plan, pero luego la vida te lleva por los suyos, o sea que, ¡quién sabe!

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