La importancia de los equipos de infusión y acceso vascular para la mejora de la atención a los pacientes. Marina Ramírez

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..Marina Ramírez. Directora Clínica Iberia MDS de Becton Dickinson.
El acceso vascular es el procedimiento invasivo más común en el mundo y hasta el 90% de los pacientes hospitalizados reciben tratamiento con dispositivos específicos para ello durante su estancia. También es uno de los procesos más complejos: requiere multitud de pasos y emplear diversos productos. Además, una gran variedad de profesionales sanitarios manipula estos dispositivos, procedentes de diferentes departamentos, con distintas habilidades y para terapias muy diversas. ¿Cuál es el coste real de las complicaciones relacionadas con el acceso vascular para los pacientes y los profesionales sanitarios? Es mucho mayor de lo que nos puede parecer.

Aparte de brindar el tratamiento necesario a los pacientes, uno de los principales objetivos de cualquier profesional sanitario que administre terapia intravenosa consiste en evitar las complicaciones, especialmente las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con el catéter (CR-BSI), que son de las más frecuentes y costosas. De media, las CR-BSI en las unidades de cuidados intensivos cuestan alrededor de 8.000 a 11.000 € por episodio en un paciente y pueden prolongar su estancia en el hospital hasta en 9 – 14 días.

El acceso vascular es el procedimiento invasivo más común en el mundo y hasta el 90% de los pacientes hospitalizados reciben tratamiento con dispositivos específicos

Desde Becton Dickinson consideramos que es muy importante promover la creación de equipos de infusión y acceso vascular (EIAV) en los hospitales, lo que puede repercutir en una mejora de la salud y atención de los pacientes y también en una importante reducción de costes. Una muestra de ello es el estudio realizado en el Hospital de Navarra, que cuenta con un equipo de infusión y acceso vascular desde 2018 con el objetivo de mejorar el acceso vascular y reducir complicaciones asociadas con los catéteres. En este estudio, se analiza el impacto de la introducción de un EIAV en la inserción y mantenimiento de los catéteres centrales de inserción periférica (PICC), su coste-beneficio y la satisfacción de los pacientes y profesionales que interactúan con el EIAV.

Los resultados del estudio arrojan 1,82 complicaciones por cada 1.000 días/paciente. La puntuación de satisfacción global de los pacientes fue de 9,12 sobre 10, lo que supone un claro beneficio en el nivel percibido de calidad de la atención para el paciente cuando existe un EIAV en el hospital. Además, el 56% de los profesionales de la salud también consideraron que su carga de trabajo había disminuido. En general, se detectó una reducción del 61,8 % en el coste cuando el equipo de infusión y acceso vascular inserta los PICC. La conclusión del estudio, publicado en The Journal of Vascular Access 2020, es que cuando un EIAV coloca el PICC con ultrasonido y sistema de navegación y detección de punta mediante electrodo intracavitario, junto con la estandarización de cuidados para el mantenimiento, se reducen las complicaciones y mejora la satisfacción del paciente.

Las CR-BSI en las unidades de cuidados intensivos cuestan alrededor de 8.000 a 11.000 € por episodio en un paciente

Con todos estos datos, es evidente que la introducción de estos equipos especializados en los hospitales y las prácticas recomendadas para el acceso vascular puede lograr reducir la tasa de complicaciones, aprovechar el tiempo de enfermería para otros aspectos de la atención al paciente, promover una diferencia en la experiencia del paciente y apoyar la seguridad y la eficiencia de los profesionales sanitarios en el puesto de trabajo. Por este motivo, todos los agentes implicados en estos procesos debemos apostar firmemente por la creación de estos equipos, para así mejorar de forma significativa el bienestar de nuestros pacientes.

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