El trabajo multidisciplinar entre médicos y enfermeras, clave en la transición de dermatología pediátrica a adulta

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..Redacción.
Las unidades multidisciplinares médico-enfermería en dermatología son fundamentales para hacer una valoración global del paciente en patologías como la psoriasis o la dermatitis atópica. Ésta es una de las conclusiones de la jornada Avanzando en el cuidado de los pacientes dermatológicos, organizada por la biofarmacéutica AbbVie y en la que participaron profesionales del Hospital La Paz de Madrid.

Estas unidades multidisciplinares de trabajo médico-enfermera, que aún no existen en todos los hospitales españoles, deberían permitir salir del ambiente hospitalario y hacer una atención domiciliaria o de más proximidad”, destaca el Dr. Raúl de Lucas, jefe de la Sección de Dermatología Pediátrica del Hospital La Paz. Para el dermatólogo este trabajo en equipo es fundamental para los pacientes. En este sentido, comenta que “debemos poner en valor el papel clave que juega enfermería en el control, manejo y acompañamiento de pacientes con enfermedades dermatológicas”.

Yolanda Gil: “Médico y enfermería necesitan obligatoriamente entenderse y una mutua colaboración y respeto; ambas disciplinas tienen el deber de complementarse”

Por su parte, Yolanda Gil, enfermera del Servicio de Dermatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid destaca que “médico y enfermería necesitan obligatoriamente entenderse y una mutua colaboración y respeto; ambas disciplinas tienen el deber de complementarse”. En este sentido, demanda la participación de enfermería en las sesiones clínicas donde se presente cada caso clínico a todo el equipo. Así, su abordaje en el proceso de salud será completo.

En la misma línea, Isabel María Perez Conde, enfermera pediátrica del Hospital La Paz apunta que, en el caso de las enfermeras, “nos centramos en mejorar la calidad de vida del paciente con enfermedad cutánea crónica, ofreciendo una atención holística, no sólo centrada en el aspecto orgánico de la enfermedad, sino también el aspecto psicosocial de ésta”.

De dermatología pediátrica a adulta
En las enfermedades dermatológicas existe una transición natural de dermatología pediátrica a adulta. El motivo es que no existe como tal una especialidad al margen de la dermatología que esté enfocada en los menores. “Somos dermatólogos y pertenecemos a un equipo o a un servicio en la mayoría de los casos. Una parte de nosotros se dedica de forma preferente o exclusiva al paciente pediátrico y se produce una transición natural hacia los adultos”, destaca el Dr. de Lucas.

Dr. de Lucas: “Hay pacientes que con 14 años pueden ser vistos por el dermatólogo de adultos y otros en edad adulta necesitan un trabajo mucho más concienzudo, lo que ralentiza esta transición”

Esa transición no debe ser rígida. Adquirir madurez, saber cómo controlar la enfermedad, así como ser responsables y conscientes de la enfermedad son factores clave que marcarán esa transición. “Hay pacientes que con 14 años pueden ser vistos por el dermatólogo de adultos y, en cambio, otros en edad adulta necesitan un trabajo mucho más concienzudo, lo que ralentiza esta transición”, concluye el especialista.

El papel de enfermería en Dermatología
La enfermería también juega un papel relevante en esta transición. Para ello, estos profesionales deben de disponer de los recursos necesarios, así como del tiempo para la atención del paciente pediátrico, que siempre requerirá más que el adulto.

El paciente pediátrico, por regla general, no colabora y tiene mucho miedo a los tratamientos inyectables. Esto les genera mucha ansiedad anticipatoria, de ahí la importancia del manejo de la enfermera y la destreza a la hora de manejar la situación para no hacerla traumática”, advierte Perez Conde.

Gil: “La enfermera en dermatología debe de actualizarse continuamente y contar con los conocimientos necesarios para saber evaluar al paciente en su totalidad”

Desde la etapa escolar a la etapa laboral, las enfermedades de la piel son un obstáculo para relacionarnos con los demás. “La investigación en dermatología ha supuesto un antes y un después en el abordaje del paciente dermatológico. En este sentido, la enfermera en dermatología debe de actualizarse continuamente. Y contar con los conocimientos necesarios para saber evaluar al paciente en su totalidad, tanto física como emocional. Somos agentes docentes”, comenta Gil.

Además, las enfermeras deben recibir una formación continuada en el tiempo y permanecer en la unidad asignada el tiempo necesario para su especialización. Los profesionales en este campo reclaman mejoras como favorecer la formación. También piden dotar a estos profesionales de más tiempo y recursos para el trato de estos pacientes.

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