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La tormenta de citoquinas inflamatoria fue una de las complicaciones graves del Covid-19 que está presente como complicación en otros procesos infecciosos. Ahora, una investigación con un fármaco biológico ha mostrado capacidad para prevenir y combatir la temida tormenta de citoquinas.
El fármaco biológico utiliza un medio condicionado alogénico derivado de macrófagos M2. Su base de fabricación es el cocultivo de células madre mesenquimales adultas procedes de grasa
Se trata de un nuevo enfoque desarrollado por el Grupo Peaches Biotech, una empresa española especializada en terapias avanzadas. Ha desarrollado una terapia biológica basada en el uso de un medio condicionado alogénico derivado de macrófagos de tipo M2. Su base de fabricación es el cocultivo de células madre mesenquimales adultas procedentes de grasa y alogénicas, con macrófagos M2.
Según explica la compañía, las células madre mesenquimales, colocadas en cocultivo con macrófagos, no sólo responden a los macrófagos y ajustan su secretoma en consecuencia, sino que también inducen a los macrófagos a responder a ellas, creando un bucle de retroalimentación que contribuye a la regulación inmunológica. Su efecto inmunomodulador se ha demostrado en experimentos in vivo y ex vivo, cuyos resultados conforman un capítulo del libro Purinergic System de la editorial IntechOpen, la principal editorial de libros de acceso abierto del mundo para científicos.
El fármaco mitigó los efectos adversos de un proceso inflamatorio sistémico en ratones, especialmente en comparación con Anakinra
La propuesta de esta compañía se presenta en esta publicación con el título Efectos inmunomoduladores de un medio condicionado M2 (PRS CK STORM): Teoría sobre el posible mecanismo de acción complejo a través de la modulación antiinflamatoria del sistema TLR y del sistema purinérgico. Explican que el fármaco biológico tiene “propiedades antiinflamatorias únicas”. Se ha mostrado capaz de regular ciertas vías de inflamación, incluidos los receptores TLR3, TLR4, el inflamasoma y el sistema purinérgico. El fármaco mitigó los efectos adversos de un proceso inflamatorio sistémico en ratones, especialmente en comparación con un fármaco antiinflamatorio conocido (Anakinra).
“El lenguaje con el que se comunican las células inmunitarias con los diferentes tejidos nos muestra una vía para encontrar nuevos medicamentos, de origen biológico, de gran importancia como inmunomoduladores, antiinflamatorios y regeneradores de tejidos”, afirma el Dr. Pedro Lapuente, director científico del Grupo Peaches Biotech.
Este fármaco biológico “puede ser un fuerte candidato para tratar procesos inflamatorios como la tormenta de citoquinas”
El capítulo del libro, firmado por Lapuente, señala que por su perfil de eficacia y seguridad, este medicamento “puede ser un fuerte candidato para tratar procesos inflamatorios como la tormenta de citoquinas asociada a procesos infecciosos graves, incluido el Covid-19”.
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