Anuario iSanidad 2022
Jesús Fernández, consejero de Sanidad de Castilla La Mancha
La pandemia nos ha demostrado la importancia de tener un marco de gobernanza integrado y coordinado en los sistemas sanitarios, que prime la colaboración para compartir información y conocimiento y que permita, igualmente, agilizar la respuesta a los desafíos que nos plantean las nuevas realidades sociales, culturales y económicas en el ámbito de la salud, tanto a nivel estatal como en el entorno de la Unión Europea e, incluso, global.
Desde hace años se han evidenciado desafíos emergentes para los sistemas sanitarios en su conjunto, a los que se ha intentado dar una respuesta desde los diferentes ámbitos de responsabilidad en la gestión. Destacan la tendencia demográfica al envejecimiento de nuestra sociedad; la baja densidad y dispersión de la población en algunas regiones, como la castellano-manchega, que requiere de respuestas particulares que aseguren la equidad; los patrones epidemiológicos tendentes a la cronicidad y la pluripatología; la necesidad de una gestión más eficiente de los recursos o las mayores exigencias de calidad por parte de la población
La pandemia ha dejado huella de su impacto en to- dos los niveles del sistema, tensionándolo como nunca antes, pero también nos ha permitido dar un impulso a una agenda de colaboración a través de los diversos órganos técnicos y decisorios establecidos en el SNS, como los grupos de trabajo, ponencias, comisiones o el propio Consejo Interterritorial, con importantes decisiones en materia de recursos humanos (selección, formación especializada o estabilidad), tecnologías de la información y la comunicación, acceso más equitativo a la tecnología y las técnicas avanzadas o la respuesta a nuevas realidades emergentes asociadas al cambio climático.
En el ámbito europeo, también se ha dado un significativo impulso a la llamada Unión Europea de la Salud, con la participación de las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad en los órganos competentes, dialogando sobre medidas que permitan que los sistemas sanitarios sean más resilientes, con inversiones estratégicas, con mayor colaboración entre países, promoviendo una respuesta europea a las enfermedades raras que permitan mejorar el acceso al diagnóstico, a la información y la atención sanitaria, o la conformación de un espacio europeo de datos sanitarios.
Desde que en 1986 quedó reconocida de forma efectiva la protección de la salud como derecho universal, su principal instrumento, el Sistema Nacional de Salud, ha evidenciado su eficiente valor para la población, confirmando su relevancia durante estos años para combatir los adversos efectos de una pandemia histórica. Pero también, nos encontramos con que debe dar un salto significativo, que permita mejorar la respuesta a los cambios sociales y científicos experimentados, promoviendo consensos sólidos para una nueva gobernanza que nos ofrezca certidumbre en el sistema en las próximas décadas.
La gobernanza no solo compete a los directivos de los sistemas sanitarios, sino que requiere participación, diálogo y los más amplios consensos en todos los niveles
Como recoge nuestro Plan de Salud de Castilla La Mancha, Horizonte 2025, la gobernanza no es una cuestión que compete tan solo a los directivos de los sistemas sanitarios, sino que necesita implantar participación, diálogo y más amplios consensos en todos los niveles, con profesionales y pacientes. En nuestro caso hemos tratado de abrir espacios a la participación de los actores interesados en todos los ámbitos para identificar mejor situaciones y definir modelos de intervención de manera menos vertical, potenciando las redes de expertos y profesionales en el ámbito asistencial, recuperando los consejos de salud en diversos ámbitos territoriales, impulsado figuras como la Escuela de Salud y Cuidados como espacio de encuentro entre profesionales, pacientes expertos y otros pacientes y familiares para formarse, poder intercambiar experiencias y promover un mejor autocuidado. También, de manera relevante, estamos impulsando de manera estratégica las acciones de humanización en nuestro sistema sanitario, en todos sus niveles, con figuras de referencia en todas nuestras gerencias asistenciales y con espacios colegiados de participación y coordinación.
El sistema está en plena transformación organizacional, evolucionando hacia una mayor permeabilidad ante las nuevas realidades, esforzándose en adaptarse a las nuevas necesidades y expectativas, pero necesita en su conjunto de un elevado consenso, como decía, en las prioridades y del mantenimiento sostenido de la inversión para incrementar la calidad y la mejora continua deseadas.
