Llevando la ciencia a las personas

Dr. Julián Álvarez, miembro del Consejo Asesor en Nutrición de Herbalife Nutrition

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Anuario iSanidad 2022
Dr. Julián Álvarez, miembro del Consejo Asesor en Nutrición de Herbalife Nutrition
Siempre que uno se detiene y echa la vista atrás, aunque sea para valorar lo que ha ocurrido en un tiempo muy corto, como puede ser un año, es bueno hacerlo con una cierta perspectiva histórica. Para hablar de nutrición tal y como la define la RAE, como la “disciplina que estudia la relación entre alimentación y salud”, podríamos remontarnos al mismísimo Hipócrates y su famosa frase “que tu alimento sea tu medicina”. No obstante, la nutrición como ciencia es una disciplina joven, con poco más de 100 años de historia. Y, si bien es cierto que hemos avanzado mucho en el conocimiento de los nutrientes y su papel, así como de los mecanismos implicados en estos procesos, también es cierto que nos queda mucho por saber.

No se trata únicamente de satisfacer nuestra avidez de conocimiento, sino también de responder a una necesidad real, casi a una urgencia de salud. Estamos lejos de resolver el problema del hambre y la desnutrición en el mundo, mientras que la sobrealimentación se ha convertido en el primer problema de salud de las sociedades desarrolladas y en vías de desarrollo. Cada día es más habitual que coexistan el sobrepeso y la obesidad con situaciones de malnutrición o déficits nutricionales.

Es importante que se fomente la formación continuada de los profesionales sanitarios en el área de la nutrición

Por otra parte, la comunicación de este conocimiento al gran público sigue siendo una asignatura pendiente de todos los profesionales sanitarios, en parte porque a nivel de proyectos y publicaciones siempre ha estado un poco en segundo plano frente a los grandes avances de la medicina tecnológica, de los medios diagnósticos y de los tratamientos, sobre todo farmacológicos. Los profesionales están un poco desfasados en el conocimiento de la ciencia nutricional e, incluso, anclados en viejos conceptos excesivamente simplistas que, en muchas ocasiones, son incapaces de responder a las demandas o necesidades de sus pacientes.

Por eso es importante que se fomente la formación continuada de los profesionales sanitarios en el área de la nutrición y que se realicen encuentros y mesas redondas sobre estos temas, revisando los viejos conceptos y mostrando los nuevos conocimientos que están revolucionando esta ciencia. Estas nuevas áreas de conocimiento como el papel de la microbiota, el valor de la proteína, los alimentos de origen vegetal y la biosostenibilidad, la importancia del “timing” en la nutrición o la nutrición deportiva, nos están llevando a replantear muchos paradigmas. Y es importante que estos avances vengan de la mano de la ciencia.

Estamos lejos de resolver el problema del hambre y la desnutrición en el mundo, mientras que la sobrealimentación se ha convertido en el primer problema de salud de las sociedades desarrolladas

Por otro lado, nos encontramos con una sociedad donde obtener alimentos ya no es un problema sino todo lo contrario. Casi podríamos decir que se han convertido en una droga terriblemente asequible y socialmente aceptable. Algunos autores ya denominan a esto un ambiente obesogénico. Alimentos muy baratos y muy satisfactorios cargados de calorías y sabor, pero carentes en gran medida de valor nutricional. La era digital facilita, incluso que cualquier influencer sin formación pueda tener más impacto en la alimentación de la población que un profesional titulado y con experiencia e, incluso, que todo un premio Nobel.

Tenemos un problema y es necesario investigar para darle soluciones. Además de seguir con labores de difusión científica y organizando cursos para mejorar los conocimientos en nutrición de los profesionales de la salud, me parece una gran iniciativa por parte de Herbalife Nutrition e iSanidad el haber lanzado este año la “I Edición de Ayudas a la Investigación en el ámbito de la nutrición”. Hay que apoyar a la ciencia desde las bases. Nos hemos encontrado con grandes ideas y grandes proyectos que necesitan ese pequeño empuje, esa pequeña ayuda para salir adelante y, así, ir sumando en ese avance científico que nos lleve al objetivo común que la OMS y la FAO denominan una dieta sostenible y saludable para todo el planeta, y que encaja perfectamente con los tres primeros objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

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