Redacción
Con motivo del Día Internacional del Alzheimer, el Hospital Universitario La Luz y la Fundación Alzheimer España han organizado una jornada para pacientes y familiares de alzhéimer, así como para profesionales interesados en la enfermedad, este 14 de septiembre, en la sala de conferencias del centro hospitalario. A lo largo de la sesión, “Simposio prevención y diagnóstico precoz del Alzheimer”, han participado expertos en neurología, como el Dr. David Pérez, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz, quien ha definido el alzhéimer como una enfermedad familiar porque “afecta a los esposos, esposas, hijos, hermanos, etc. en definitiva, a toda la familia. Esta patología necesita de educación, información y formación”.
El especialista ha abordado el diagnóstico precoz del alzhéimer, “algo que, en los últimos cinco o diez años, ha revolucionado el mundo médico porque, antes, los diagnósticos eran probabilísticos”. Tal y como ha detallado el neurólogo, en los últimos años han aparecido los llamados biomarcadores, “unas sustancias que se analizan en el líquido cefalorraquídeo mediante una punción lumbar y que permiten hacer un diagnóstico muy fiable sobre si el paciente está teniendo un proceso neurodegenerativo”.
Los biomarcadores permiten hacer un diagnóstico muy fiable sobre si el paciente está teniendo un proceso neurodegenerativo
Además, la jornada también se ha centrado en la prevención de la enfermedad. Precisamente, la Dra. Rebeca Fernández, jefa asociada de Servicio de Neurología del centro hospitalario, ha centrado su intervención en cómo prevenir el alzhéimer. “Debemos anticiparnos a esa prevención. Sobre todo, hay que incidir en la mediana edad, es decir, entre los 45 y los 50 años”.
También ha hecho referencia a la distinción entre la enfermedad genética hereditaria y la esporádica, siendo esta última “un subtipo de demencia muy específica que tiene que seguir un patrón determinado. Es en la que más incidimos por ser la más frecuente”.
Entre las medidas de prevención del alzhéimer más importantes, la especialista ha destacado el control de los principales factores de riesgo, “sobre todo, la diabetes, tener un índice de masa corporal elevado, una actividad física baja, una presión arterial sistólica alta, un bajo nivel educativo, el consumo de alcohol y de tabaco e, incluso, últimamente se hace hincapié en la contaminación del aire”.
Otra de las participantes, Micheline Antoine Selmes, presidenta de la Fundación Alzheimer España, ha explicado el trabajo de la organización para ayudar en la prevención y el diagnóstico, así como en la investigación para avanzar en la cura. “El diagnóstico precoz en una enfermedad neurodegenerativa de tipo alzhéimer es muy importante porque, hoy en día, por ejemplo, en el centro que tenemos en Madrid, vemos que cada vez vienen más familias preocupadas porque el enfermo es muy joven. Muchos tienen alrededor de 50 años o incluso por debajo de los 40”.
Según el Dr. Davis Pérez, el alzhéimer es una patología que necesita de educación, información y formación
Además, ha asegurado que, incluso, “muy a menudo, vemos cómo el propio enfermo llega a nosotros por su propio pie y con sus preocupaciones, y eso es fundamental porque, cuanto antes se diagnostique, el enfermo podrá tener un espacio de libertad para organizar su vida, el desarrollo de sus actividades e incluso tomar decisiones fundamentales, como puede ser sobre su economía”. En definitiva, para manejar su vida “hasta que desaparezca esta luz que nos ofrece a todos la memoria”.
Por su parte, el Dr. Javier Gómez Pavón, jefe de Servicio de Geriatría del Hospital Cruz Roja, ha subrayado que, “si hay una población en la que es importante la detección precoz del alzhéimer, son las personas mayores porque son ellos y su entorno familiar, no tanto el laboral”. Además, ha recalcado la idea de que el envejecimiento no significa enfermedad, “por lo tanto, cuando aparece cualquier alteración con los años, hay que descartar que debajo haya una enfermedad, como el Alzheimer”.
Además, si se trata de un paciente anciano, el especialista asegura que “hay una parte ética difícil porque, cuando el enfermo es joven, es él quien acude con autonomía. Sin embargo, en las personas mayores, ese principio de autonomía puede darse o no, de manera que éste acaba vulnerándose por el principio del bien común, es decir, por la protección de su entorno”.