Después de más dos décadas debatiendo sobre la colaboración público-privada son los recortes económicos los que están haciendo que otro pacto garantice la viabilidad del sistema sanitario. De esta manera tan categórica se ha pronunciado la Subcomisión de Sanidad del Congreso tras veinte meses de duras discusiones en las que se han analizado por activa y por pasiva los actuales problemas de la Sanidad en España.
Tras llegar a diversas conclusiones, la principal de ellas revitalizar o hacer lo posible por alcanzar otro “Pacto de Toledo”, evitando cualquier tipo de confrontación entre los agentes sociales, políticos o económicos que intervienen en este sector tan vital como es el de la Sanidad, una de las parcelas básicas para alcanzar el llamado “bienestar social”.
Una vez alcanzado este deseado Pacto una Comisión de evaluación y seguimiento del Parlamento, tal y como sucedió con el de 1995, deberá velar por la correcta y puntual aplicación de las diferentes clausulas que, con este motivo, se hayan definitivamente pactado.
Tras una larga participación de comparecientes profesionales y representantes de las Comunidades Autónomas, se llegó a la conclusión de que debe consolidarse y modernizarse un Sistema Nacional de Salud que garantice plenamente una asistencia sanitaria pública, gratuita y universal, colegiada y de calidad, financiada a través de un sistema impositivo adecuado, en el que no se contemplen dos aspectos; ni el copago, ni el dejar a los inmigrantes fuera de una asistencia sanitaria mínima.
Esto es lo que piensan ahora, al menos los grupos antes aludidos; PP y UPyD, sin conocerse en estos momentos, el parecer de los demás grupos parlamentarios. Conviene tener en cuenta que la subcomisión sobre la sostenibilidad de la sanidad española se pudo formar gracias a la propuesta, en principio afirmativa de CiU, que al poco tiempo cambió de parecer. Postura a la que se unieron tanto los componente de los grupos formados por PSOE e Izquierda Plural, que la abandonaron tras declarar su abierta disconformidad con la postura que empezó a mantener el Ministerio de Sanidad.
A ella se unieron también poco después PNV y CiU, que tampoco estaban de acuerdo con la de dicho Ministerio, por lo que también abandonaron la Subcomisión. La primitiva propuesta pudo salir adelante gracias al apoyo inicial manifestado por los grupos del Partido Popular y de UPyD, con la salvedad de que el resto de los grupos tienen de plazo solo hasta hoy 11 de diciembre para presentar sus enmiendas y votos particulares al proyecto para que, un par de semanas más tarde pueda reanudarse el debate ya en la Comisión de Sanidad, como ocurriera en 1995 con el mencionado “Pacto de Toledo”.
Entre las recomendaciones que se han hecho para el estudio en profundidad que sobre la Sanidad deberá hacer la Comisión, se encuentran algunas tan “sustanciosas” como que el profesional de la medicina gane protagonismo, autonomía y reconocimiento en la gestión clínica, así como la de incluir variables en sus remuneraciones, de acuerdo con lo que se es, se hace y los resultados que se obtengan, apostándose, hecho importante, por desarrollar la colaboración con la iniciativa privada, procurándose la optimización de los recursos del sistema público.
..Lola Granada
