Objetivo: prevenir o curar los casos de discapacidad visual

La llegada de determinadas fechas o la celebración de ciertas efemérides, afortunadamente, suelen hacer que algunas instituciones hagan un stop en sus actividades cotidianas para dedicarse con la profundidad que proceda o sean capaces, a realizar ciertas reflexiones encaminadas a tratar de encontrar soluciones a algunos de los numerosos problemas que la azotan y que, por su envergadura, saltan de pronto a un primer plano de actualidad.
La celebración universal del Día de Santa Lucía, patrona, de los que profesionalmente se dedican al cuidado de la visión, ópticos y oftalmólogos, así como de lo que padecen cualquier tipo de afección relacionada con la vista, ya sea la ceguera total u otra alteración menos grave, pero si suficientemente preocupante.

Este problema ha llevado a muchas instituciones, profesionales o sociales, a recabar datos sobre las personas que padecen este mal, más generalizado de lo que en principio podría creerse, a hacerse esta pregunta ¿Pueden, de alguna forma, prevenirse las discapacidades visuales? El tema no deja de tener su importancia si se examinan las deprimentes estadísticas que de este amplio sector se tienen:

  • En el mundo hay, aproximadamente, 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales, 39 millones son ciegas y 246 presentan un defecto de baja visión.
  • Aproximadamente también, un 90% de ellas, mundialmente hablando, tienen una determinada discapacidad visual que se suelen concentrar con mayor densidad en los países en desarrollo.
  • El 82% de las que se encuentran en situación de ceguera total tienen 50 años o más.
  • Los errores de refracción no corregidos en su momento, constituyen la causa más habitual o importante de que se produzca una discapacidad visual, con la salvedad de que en los países con ingresos medios y bajos, las cataratas continúan constituyendo la causa principal que deriva en ceguera.
  • El número de personas con capacidades visuales atribuidas a infecciones ha disminuido sensiblemente en los últimos 20 años.
  • El 80% del total mundial de los casos de discapacidad visual, o se puede evitar o, lo verdaderamente importante, se puede curar, según acaba de dar a conocer el Instituto de la Mácula y la Retina. Por ello los profesionales no se cansan de repetir su consejo; todas las personas deben, periódicamente, acudir al especialista para que le realicen las revisiones oculares oportunas, con objeto de prevenir y descubrir cuanto antes cualquiera de sus diversas patologías, diagnosticarlas y proceder cuanto antes a su tratamiento.

Según la OMS se requiere un Licenciado en Optometría por cada 10.000 habitantes. En México, por ejemplo, debido a ciertas circunstancias sociales, esta cifra se eleva a 11.234. De ellos, aproximadamente, solo disponen en ese país de 4.0000. Como dato anecdótico recuerda que las quince instituciones que, a nivel de licenciatura, imparten las clases de optometría, tienen 1.500 estudiantes solamente, graduándose anualmente nada más que 400.

Toda alteración en la visión conlleva dificultades en la calidad de vida a quien la padece. Acarreando, además, una dificultad añadida en su comunicación con las personas con las que se suele relacionar, habitual o esporádicamente, así como en su vida social, familiar o laboral. Tienen también unas implicaciones muy directas en el aspecto psicológico.
Este sombrío panorama, según los expertos, puede tener solución si se siguen los siguientes consejos:

  • A partir de los 45 años todos debemos visitar al Licenciado en Optometría
  • La DME (Degeneración macular asociada a la edad), de la que hay dos tipos, seca y húmeda, es la primera causa de pérdida de visión en occidente en los mayores de cincuenta años. Actualmente la padecen más de 25 millones de personas. Cifra a la que, anualmente, se suelen sumar en torno a 500.000 nuevos afectados. La DMAE seca constituye el 85 % de casi todos los casos de degeneración macular asociada a la edad. En ella se da el agravante de que, a pesar de ser la más común y grave, aún no tiene cura. A pesar de este negro presagio, gracias a los últimos avances que se están produciendo en investigación, la DME húmeda si puede detenerse su avance si se diagnostica a tiempo, según ha señalado el especialista Monés.
  • Los errores de refracción no corregidos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, son la causa más importante de la discapacidad visual. En los países con un nivel de ingresos medio o bajo la dolencia de cataratas sigue siendo la causa principal que desemboca en la ceguera, según ha manifestado el Dr. Camacho Arellano, Licenciado en Optometría y miembro de la mesa directiva del CODIFE (Colegio de Optometristas del Distrito Federal de México), según él, “Un examen de la función visual oportuno permite prevenir la presencia de una posible ceguera u otra deficiencia visual, así como detectar otros posibles padecimientos crónicos a tiempo, tales como la diabetes, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares. La Optometría debe ser considerada como la primera línea de defensa contra la ceguera.

El patronazgo de Santa Lucía sobre los problemas relacionados con la vista se remonta a una vieja leyenda de la Edad Media que sostenía que esta joven virgen de Siracusa –fallecida en el año 304- cuando estaba declarando ante el Tribunal que la condenó a morir decapitada, aún sin ojos, seguía viendo. Además de en la Iglesia católica, es muy venerada en la Iglesia luterana de Escandinavia.
..Lola Granada

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