Juan León García
En las diecinueve ediciones que lleva la jornada internacional sobre Investigación Traslacional y Medicina Personalizada de Precisión que organiza la Fundación Instituto Roche, esta quizá sea una de las más trascendentes tanto por el tema como por el momento. De Inteligencia Artificial (IA) se lleva décadas hablando, también en Medicina, pero es ahora cuando hay un consenso común de actuaciones para implantarla de manera definitiva en los sistemas sanitarios. Y este jueves ha vuelto a quedar reflejado en el Aula Magna del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) que los profesionales muestran mucho interés por esta cuestión.
Durante la inauguración del evento, en el que han colaborado tanto este hospital como su Instituto de Investigación Sanitaria, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, ha enfatizado que el enfoque que aborda cada año ya no es hacia una “medicina de futuro, es de presente”. Pero si se quiere implantar de manera definitiva, ha deslizado, hará falta mejorar las inversiones en I+D.
La IA será una herramienta complementaria de trabajo. En eso hay consenso común, y lo saben especialmente bien en el ámbito de la investigación. Si bien ahora, con los avances legislativos a nivel europeo con el acuerdo provisional sobre la pionera Ley de IA comunitaria, se establecen las limitaciones éticas y legales.
Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, ha deslizado que para implantar de manera definitiva la IA hará falta mejorar las inversiones en I+D
Para la directora general asistencial del Servicio Madrileño de Salud, la Dra. Almudena Quintana, los usos de esta nueva tecnología son transversales en práctica clínica. Desde la monitorización hasta la indicación de los tratamientos con el fin de avanzar “hacia un sistema que sea eficaz y sostenible”. En otras palabras, mejorar el seguimiento “de manera descentralizada”, reduciendo las visitas al hospital a la vez que se mejora la satisfacción de pacientes y profesionales. Esta innovación será la que permita, en su opinión, “humanizar la asistencia sanitaria”.
No obstante, quedan muchos retos por delante. Por ejemplo, el de la brecha en formación e información a los profesionales, como ha expuesto Javier Arcos, director médico y gerente del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. O bien el “desafío” que supone garantizar la privacidad y la seguridad de los datos sanitarios de los ciudadanos y la autonomía de los sistemas sanitarios, entre otros, como ha apuntado la Dra. Carmen Ayuso, jefe de Departamento de Genética del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y directora Científica del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz-UAM.
IA en investigación clínica
Tras la inauguración se ha dado paso a una mesa redonda en la que distintos profesionales médicos, y también de otros ámbitos, han compartido su experiencia práctica con el auditorio. En el caso de la Dra. Lucía Llanos, responsable de la Unidad de Investigación Clínica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz e integrante del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Diaz-UAM, el desarrollo y uso de las herramientas digitales en salud “ha sido exponencial”, también en investigación clínica.
Como refutan diversos trabajos científicos, esta tecnología cubre las carencias que presentaban hasta ahora los ensayos clínicos. Por ejemplo, una revisión concluía que cuatro de cada cinco ensayos clínicos no alcanza la muestra a tiempo o que la mitad no alcanza la muestra objetivo. En este sentido, el uso de herramientas de IA “puede ayudar a reducir costes, riesgos y la carga que supone”, ha concretado. Sería una manera de avanzar hacia el objetivo “fundamental” de los ensayos, que es “generar evidencia de calidad sobre esas conclusiones para el uso terapéutico”.
La IA contribuiría a alcanzar el objetivo “fundamental” de los ensayos, que es “generar evidencia de calidad sobre esas conclusiones para el uso terapéutico”, ha afirmado la Dra. Lucía Llanos
Soluciones como la minería de datos aplicada sobre las historias clínicas electrónicas sirven, entre otras funciones, para aumentar el rendimiento del cribado de pacientes candidatos en ensayos clínicos. Los chatbots o dispositivos wearables contribuyen a una mejor monitorización en remoto “para obtener variables” en este tipo de estudios. Al respecto, iniciativas como Transforming Trials 2030, buscan avanzar en soluciones basadas en evidencia científica que permitan un mejor diseño y calidad de los ensayos.
Como parte del equipo de la red de hospitales públicos de Quirónsalud Madrid, ha señalado que se ha avanzado en el uso de Big Data. Pero también a través de iniciativas como el proyecto EN-SALUD, que consiste en la incorporación de la IA y la salud digital en la gestión y el desarrollo de ensayos clínicos. Actualmente, también se usan sistemas de IA con procesamiento del lenguaje natural para facilitar la identificación de pacientes candidatos con un proceso multidepartamental.
IA en imagen médica
“La imagen médica es una de las grandes tecnologías disruptivas que ha tenido la Medicina en su historia”. Así ha arrancado su ponencia el Dr. Luis Martí-Bonmatí, director del Área Clínica de Imagen Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Centrada en gran parte en la radiómica, su exposición ha permitido ahondar en las nuevas herramientas que ya utilizan, ha explicado el también responsable del Grupo de Investigación Biomédica en Imagen del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe).
En el caso de la radiómica, es clave para precisar con mayor acierto qué tratamientos aplicar en el ámbito de la oncología. El cáncer puede aparecer y mutar en diversas expresiones, por lo que lograr fenotipar cada una de las lesiones y sus cambios en el tiempo permitiría “aportar ese valor añadido”.
La radiómica es clave para precisar con mayor acierto qué tratamientos aplicar en ámbitos como la oncología
Mediante la tecnología se puede hablar de imagen médica cuantitativa. A través de ella se puede generar información (fundamental para el uso eficaz de nuevas tecnologías) y elaborar mapas de celularidad de los tumores. Para después buscar nexos con la agresividad si se combina, por ejemplo, con angiogénesis.
En el presente aparecen también las biopsias virtuales. Esta técnica de imagen, nada invasiva, permite mayor precisión que la biopsia tradicional para medir determinados parámetros. Debido al aumento de parámetros radiómicos ha recomendado la reducción del uso de aquellos “que no sean robustos”. Eso ocurre, en base a su experiencia, al cambiar el modelo de entorno.
Quizá el gran hito que ha destacado de la IA llegue a través del uso de redes neuronales convolucionales en Deep Learning (DL/CNN). Estas permiten armonizar los datos, superando así la falta de reproducibilidad de las variaciones en radiómica. Entretanto, Martí-Bonmatí, como director científico de EUCAIM – European Cancer Imaging, ha destacado el trabajo en dos proyectos europeos bajo el paragüas de esta iniciativa. PRIMAGE (neuroblastoma) y Chaimeleon, a través de los cuales se trabaja para generar mayor conocimiento.
El reto de la implementación y el marco normativo
La jornada, desde un enfoque holístico de la cuestión, ha contado con la presencia del informático de formación Julián Isla, Director de Fundación 29 y miembro del Comité de Medicamentos Huérfanos de la European Medicines Agency (EMA). Muy crítico con el actual sistema sanitario, desde la entidad que fundó desarrolla herramientas basadas en nuevas tecnologías que pone a disposición de pacientes y profesionales. De hecho, ha anunciado que el próximo 29 de febrero lanzarán una nueva solución, un navegador basado en IA, Nav29.
“La única solución para todos los males del sistema va a ser la IA”, ha zanjado. Esta permitiría en parte avanzar hacia uno de los “grandes problemas” del sistema: “no hay un lenguaje común” en la medicina.
Es más, para Isla, los modelos de lenguaje pueden ser lo que provoque el cambio gravitacional. Resolverían problemas de interoperabilidad; reduciría el coste del acceso al conocimiento y, entre otros beneficios, abriría la puerta a la automatización como plataforma.
“La única solución para todos los males del sistema va a ser la IA”, ha sentenciado Julián Isla, Director de Fundación 29
Finalmente, el jurista Guillermo Lazcoz, investigador contratado en IMPaCT Genómica y también miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERER – ISCIII) y del instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz-UAM, ha repasado el entramado legal puesto en marcha para regular la IA.
Sin ir más lejos, el reglamento AI Act de la UE pone el foco tanto en la fase de desarrollo de soluciones basadas en IA como en su aplicación. En este caso, el entorno sanitario. La regulación, ha señalado, está “basada en el riesgo”. Con toda probabilidad, ha indicado que este mismo viernes puede que haya un texto definitivo respecto a esta directiva. Dichos riesgos van orientados a la salud, a la seguridad del dato y, también, a la violación de posibles derechos digitales.
“Hay grandes expectativas de que la IA nos haga dar grandes pasos dentro del sector salud. Pero quedan fuera los sistemas pensados con finalidad de investigación biomédica”, ha concluido.