Fátima Del Reino Iniesta
La Dra. Mercedes Catalán González, intensivista en el Hospital Universitario12 de Octubre de Madrid y responsable del Proyecto ITU Zero, ha destacado que la seguridad del paciente no “debería depender de la región en la que sea ingresado”. Así lo ha afirmado este jueves en el Ministerio de Sanidad durante la Jornada Anual de Seguridad del Paciente Crítico, organizada por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc). “Nuestro objetivo es ofrecer el mismo estándar de calidad en cada hospital, independientemente de su tamaño o recursos”, ha subrayado.
Bajo este escenario, se han presentado los últimos avances de los Proyectos Zero, estrategias diseñadas y creadas para reducir y combatir las infecciones más frecuentes en las unidades de cuidados intensivos (UCI), que han mostrado grandes resultados en un contexto de recuperación post-pandémica.
“La seguridad del paciente no es solo responsabilidad de médicos y enfermeros”
En este contexto, también se ha destacado el avance de los módulos de formación del personal, tanto sanitario como auxiliar. Según la Dra. Catalán, “la seguridad del paciente no es solo responsabilidad de médicos y enfermeros. Cada miembro del equipo, desde los técnicos hasta el personal de limpieza, juega un papel crucial en la prevención de infecciones”. Esta visión integral ha permitido una recuperación progresiva tras el impacto de la pandemia, que desestabilizó muchos programas.
Análisis de resultados
Durante el encuentro se analizaron los resultados de Neumonía Zero, Resistencia Zero e ITU Zero y Inberbac-Neo, cuatro proyectos dirigidos a combatir las infecciones más comunes y peligrosas en las UCI: las asociadas a ventilación mecánica, bacterias multirresistentes, infecciones del tracto urinario y en resistencias en neonatos. En términos generales, los datos reflejan una tendencia positiva hacia la recuperación de los niveles de seguridad previos a la pandemia, aunque persisten áreas que requieren atención prioritaria.
“Cada miembro del equipo, desde los técnicos hasta el personal de limpieza, juega un papel crucial en la prevención de infecciones”
El Proyecto Neumonía Zero, liderado por el Dr. Manuel Álvarez González del Hospital Clínico San Carlos, ha sido un pilar fundamental en la disminución de las infecciones asociadas a ventilación mecánica. Gracias a este programa, la incidencia ha descendido a 5,68 episodios por cada 1.000 días, una cifra que se acerca a los niveles de 2019 y que representa un logro colectivo de las 170 UCI participantes. Estos resultados se han conseguido a pesar de los retrocesos causados por la pandemia, que incrementó significativamente las tasas de infección.
Según el Dr. Álvarez, “estas cifras reflejan el esfuerzo de un equipo multidisciplinar que incluye médicos, enfermeros y personal auxiliar”. Aun así, persisten retos importantes, como la complejidad del diagnóstico, que requiere una mejora en la colaboración con los servicios de microbiología.
“Estas cifras reflejan el esfuerzo de un equipo multidisciplinar que incluye médicos, enfermeros y personal auxiliar”
En paralelo, el Proyecto Resistencia Zero, encabezado por el Dr. José Garnacho Montero del Hospital Virgen del Rocío, ha contribuido a reducir la tasa de bacterias multirresistentes (BMR) adquiridas en UCI al 1,69%, consolidando una tendencia positiva iniciada en años anteriores. No obstante, el 5,1% de los pacientes que ingresan en UCI presentan infecciones por BMR, lo que evidencia la necesidad de reforzar las medidas de prevención en el ámbito hospitalario general.
Además, los datos muestran diferencias significativas entre comunidades autónomas, con regiones como Andalucía y Cataluña logrando tasas muy bajas, mientras que otras, como Canarias y Navarra, presentan cifras preocupantes. El Dr. Garnacho ha subrayado la importancia de homogenizar los resultados entre comunidades, un objetivo que requiere un compromiso más firme con la formación continua del personal sanitario.
Por su parte, el Proyecto ITU Zero, liderado por la Dra. Mercedes Catalán González del Hospital 12 de Octubre, ha abordado uno de los retos más complejos: la prevención de las infecciones del tracto urinario asociadas a sondas urinarias. Aunque la incidencia de estas infecciones ha disminuido, el uso excesivo de sondas sigue siendo un problema recurrente.
Según los datos presentados, ninguna comunidad autónoma ha logrado alcanzar el objetivo de que menos del 70% de los días de hospitalización incluyan el uso de una sonda urinaria. “Es fundamental que evaluemos diariamente la necesidad de este dispositivo en cada paciente. Un día menos con sonda puede marcar la diferencia”, ha afirmado la Dra. Catalán. A pesar de estos desafíos, la recuperación de la formación en seguridad del paciente es un dato alentador, con más de 24.700 profesionales capacitados desde el inicio del proyecto en 2018.
“La colaboración interdisciplinar y el uso de indicadores específicos para esta población han sido clave para avanzar en la seguridad del paciente neonatal”
Durante el encuentro, la Dra. Begoña Loureiro González ha presentado los logros del Proyecto Inberbac-Neo, que abarca tanto infecciones adquiridas como la prevención de resistencias en neonatos ingresados en unidades de cuidados intensivos pediátricos. Según Loureiro, “la colaboración interdisciplinar y el uso de indicadores específicos para esta población han sido clave para avanzar en la seguridad del paciente neonatal”. Este proyecto ha destacado la necesidad de personalizar los protocolos en las UCI pediátricas, considerando las particularidades biológicas y clínicas de los recién nacidos.
La jornada ha concluido con un llamamiento a reducir la variabilidad entre comunidades autónomas, garantizando una atención homogénea en todo el país. Los datos presentados no solo evidencian la eficacia de las estrategias adoptadas, sino que también subrayan áreas de mejora, como la optimización de diagnósticos y el manejo racional de dispositivos invasivos.