Redacción
La campaña de vacunación frente a el Covid-19 en España no está cumpliendo con los objetivos establecidos por el Ministerio de Sanidad para la temporada 2024-2025. Según el Covidmetro, un estudio impulsado por Sanofi España, solo el 38,7% de las personas mayores de 60 años ha recibido la vacuna anual del Covid-19, una cifra por debajo del 75% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este grupo.
El informe revela que, aunque la percepción del riesgo por el Covid-19 ha disminuido, el virus sigue causando enfermedades graves y secuelas a largo plazo, especialmente entre los mayores de 60 años. Expertos como el Dr. Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic, destacan la importancia de la vacunación anual como la mejor herramienta para proteger a los más vulnerables.
Aunque la percepción del riesgo por la Covid-19 ha disminuido, el virus sigue circulando y causando enfermedades graves
La OMS subraya que las personas de 65 años o más siguen siendo las más vulnerables a la enfermedad grave y la mortalidad por Covid-19. Este grupo ha representado más de la mitad de las hospitalizaciones registradas en el transcurso de la temporada 2023-2024. Desde abril de 2022, este grupo alcanza el 88,5% de los fallecimientos mensuales reportados por esta enfermedad en el mundo; y en 2024 superó los 5 millones de casos y las 70.000 muertes notificadas a la OMS.
El Dr. Raúl Ortiz de Lejarazu, virólogo, profesor de microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y experto del centro nacional de gripe explica que «la sociedad española está envejecida. Con una tasa de mortalidad en los mayores significativamente alta en COVID-19 de casi el doble a la ocasionada por la gripe, sobre todo para aquellos con patologías añadidas, especialmente diabetes, hipertensión y enfermedad cardiovascular».
Persisten los riesgos
A pesar de la persistencia del virus y los riesgos asociados, las tasas de vacunación contra el Covid-19 han disminuido significativamente después de la primovacunación. Esto queda lejos de los objetivos establecidos para la temporada 2024-2025. Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación anual de los mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas, embarazadas, sus convivientes y el personal sanitario, pero las coberturas actuales son preocupantes. A nivel nacional, solo un 38,7% de los mayores de 60 años han recibido la vacuna contra la Covid-19, lo que está 19 puntos por debajo de las tasas de vacunación contra la gripe.
Apenas 4 de cada 10 mayores de 60 años en España han recibido la vacuna contra la Covid. Son 19 puntos menos que la tasa de cobertura de la gripe
La vacuna antigripal ha demostrado ser un factor impulsor para la vacunación contra el Covid-19. Por ejemplo, en Galicia, la tasa de vacunación frente a ambas enfermedades es alta, mientras que en Canarias es significativamente baja. La coadministración de ambas vacunas se valora positivamente, lo que podría facilitar un mayor compromiso con la vacunación. Según Sanofi, la empresa continúa trabajando estrechamente con las autoridades sanitarias para asegurar la disponibilidad de sus vacunas de vanguardia y mejorar la protección frente a infecciones respiratorias.
«Nuestra ambición es que nuestras soluciones preventivas sean primeras y/o mejores en su clase. Prueba de ello son los resultados excepcionales que hemos demostrado en las últimas temporadas, especialmente en la protección ante la gripe de los adultos mayores y en la inmunización a los bebés frente al VRS», destaca Marta Diez, directora general de Sanofi Vacunas Iberia.
Un tercio de los encuestados mencionan los temores sobre las molestias derivadas de la vacuna como un factor decisivo en su negativa a vacunarse
¿Por qué caen las tasas de vacunación?
La disminución de las tasas de vacunación contra el Covid-19 se debe a varios factores, siendo la desinformación uno de los principales. Los mitos y rumores sobre las vacunas han generado desconfianza, con un 45% de quienes no se vacunan alegando dudas sobre su efectividad. Además, la falta de claridad en los mensajes sobre la necesidad de vacunarse anualmente y la disponibilidad de diferentes tipos de vacunas también ha contribuido a la confusión. A esto se suma el miedo a posibles efectos secundarios, ya que un tercio de los encuestados mencionan los temores sobre las molestias derivadas de la vacuna como un factor decisivo en su negativa a vacunarse.
Otro factor clave es el agotamiento emocional y mental acumulado tras años de restricciones y campañas de vacunación constantes, lo que ha generado una disminución en la disposición de la población a participar activamente en programas de salud pública. La OMS sigue recomendando fortalecer las campañas de vacunación, especialmente para los grupos de mayor riesgo, instando a que se reciban dosis anuales.